Es un hecho, y el propio concejal de Festejos, Fernando Inaga, lo reconoció en la rueda de prensa en la que el Consistorio de Tudela hizo balance de las Fiestas de Santa Ana. “El empresario de la plaza de Toros, Manuel Ángel Millares, está un poco preocupado. Le queda un año de prórroga y puede hacer dos cosas: dejarlo o limitarse a hacer lo que manda el pliego, que son dos corridas y una novillada”, indicó.
El alcalde, Luis Casado, por su parte, ha dicho que “habrá que estudiar la posibilidad de adaptar la oferta a los nuevos gustos del público... El espectáculo de recortadores logró la mejor entrada con media plaza”, destacó. Por ello, nos sumamos a su reflexión de que “igual hay que amoldarse a las dos culturas que existen en el mundo del toro“, como dijo.
En cualquier caso, la verdad es que las corridas de toros de la Feria Taurina de Tudela cada vez llevan menos público a la Chata de Griseras. Es una realidad, digamos que social, que los gustos del público ribera están cambiando en la materia.
