Opinión

Julio Mazarico - Director de Cortometrajes

En su charla del viernes trató de demostrar que “El cine es el arte de la renuncia... hacer cine es un acto de heroicidad, un esfuerzo casi más deportivo que intelectual. Como el alpinista que corona un ochomil, como el corredor que termina un marathón, la satisfacción de muchos cineastas amateur está en acabar nuestras obras y pensar en las siguientes. Lo bonito es el proceso, el camino”. Además, aseguró que es “un recurso tan manido como eficaz echar mano de lo más cercano cuando los recursos escasean... Usa la imaginación y el ingenio cuando el dinero escasea... Creo que lo caro no siempre es sinónimo de bueno, y en estos tiempos, es algo a tener muy en cuenta”.