Opinión

Imaginación y buena voluntad

Soy una madre que este año tiene una niña en el colegio Elvira España y el año que viene tendré también a mi otro hijo. Veo con preocupación que el colegio que he elegido como el mejor (bajo mi criterio, por supuesto, ya que es bilingüe y me parece una buena opción en el mundo en que vivimos) está bajo la amenaza de una obra gigantesca y peligrosa. Creo que la salud de mis hijos está amenazada, tanto física como sociológicamente. Una obra de esa envergadura trae ruidos, polvo, vibraciones, etc. Esto les puede causar estrés, falta de rendimiento escolar así como problemas respiratorios u otros. Además, ¡los pobres no van a poder abrir las ventanas en verano y se vana cocer, si antes no se han caído todos los cristales del colegio!

Con imaginación y buna voluntad se podría solucionar el problema del aparcamiento sin necesidad de semejante obra. Por ejemplo, se me ocurre que para aprovechar mejor las plazas de aparcamiento ya existentes y sacarles mayor rendimiento en beneficio de todos, se podría hacer zona verde todos los aparcamientos del casco antiguo, plaza San Juan, Cofrete, Cuesta de Jesuitas, plaza Yehuda Ha Levi, etc para los vecinos.

De ocho de la mañana a ocho de la noche, todos los ciudadanos que lo desearan podrían adquirir un reloj que el Ayuntamiento donaría gustosamente y con el cual se podrían estacionar, digamos una hora y media, para acceder a los comercios y a los colegios.

Por otra parte, tengo entendido que se podría hacer un parking de superficie de 90 plazas detrás del colegio Elvira España que, con el mismo sistema, daría capacidad para muchos más vehículos.