Opinión

Hay salida

No se podía continuar como sino hubiese crisis. En 2012 se iniciaron las reformas. Hoy España necesita una financiación a costes razonables, para cumplir con el déficit público; acometer la indemorable reforma de la Administración que evite duplicidades; conseguir

la Unidad de Mercado interior; iniciar la Recuperación Económica; en lo posible recomponer consensos con PP/PSOE.



El Gobierno se comprometió a reformar la Ley del Aborto, reformar el Poder Judicial, proponer una Ley de Educación. Deberá afrontar el reto del Independentismo Catalán; evitar más casos Bolinaga y enfrentarse a los de ETA/Bildu, que pretenden imponernos su salida al terrorismo; deberá continuar exigiendo sacrificios, derivados de impuestos, tasas; explicar la necesidad de seguir con menos prestaciones; resolver a corto los desahucios; atender a mas parados por las pérdidas de empleo público; aguantar el atosigamiento sindical; reordenar el tema energético; apostar por una política europea que facilite la recuperación económica y la consolidación política.



Habrá que superar una cruda realidad: la de unos partidos nada ejemplarizantes, demasiados trufados de corrupción; unos poderes económicos nada transparentes; unos órganos de supervisión que no han funcionado; una independencia del Poder Judicial que es pura quimera en sus altas instancias; una Corona muy deteriorada. En muchos casos no estamos hablando de ilegalidades,

hablamos de incompetencia, de zafiedad, de falta de decoro. En otros, de la necesidad de aplicar el Código Penal.



Aunque la ciudadanía hoy no los perciba, hay bastantes aspectos positivos, el principal el poder ¡parar la intervención! al haber ganado credibilidad ante Europa, ya que se ha ajustado al máximo el déficit público, fruto de duras medidas, que han ayudado a estabilizar al euro: el saneamiento de la Banca, la reforma laboral, el menor gasto en medicinas. Apuntan en buena dirección, la reducción de sueldos de los parlamentarios manchegos, menos coches oficiales, los topes de los sueldos de los banqueros intervenidos.



Las administraciones (central, autonómicas y locales) avanzan por el camino del equilibrio presupuestario. Los inversores han recuperado la confianza, después de una desbandada (210.000 millones de euros a primeros 2012), están volviendo en los últimos meses (50.000 millones). España tendrá que captar 230.000 millones de euros para cubrir sus necesidades financieras en 2013. Desde los 638 puntos básicos hemos bajado a 330, alejándonos del rescate, con una Grecia más apaciguada y un Draghi que está detrás.

La reforma financiera parece en vías de solución, gracias a nacionalizaciones, capitalización y banco malo. Las exportaciones crecen sin parar al ritmo del 4%, la balanza comercial es positiva.



A pesar de la recesión, España sigue siendo uno de los principales destinos turísticos. En 2012, nos visitaron 58 millones de personas, que se dejaron algo más de 45.000 millones de euros. Pese a que el norte de África ha emergido con fuerza, España ofrece seguridad, y el turismo sigue siendo un motor de nuestra economía, el 10% del PIB.



Las empresas españolas, que han quedado, son más competitivas, la fabricación de automóviles funciona, hemos mejorado en competitividad y la reforma laboral está ayudando, y ayudará más en el futuro.

La Bolsa, se está poniendo a tiro, como todo lo que baja sube, comienzan a abrirse oportunidades de inversión.

La ayuda a Grecia ha tranquilizado las cosas, hoy no se teme por la ruptura del euro, si a ello se suma, además, el rescate a la banca, todo facilita la revalorización en Bolsa.



¡Si no se atrofia la economía USA! ¡si no se para la China! esperamos un 2013 difícil, pero menos malo que 2012. Muchos auguran el comienzo de la recuperación en sus últimos meses. Es esperanzador la gran solidaridad ciudadana, desplegada en el Banco de Alimentos, en Cáritas, en comedores sociales, en los movimientos anti desahucio, etc. A los ciudadanos se les están exigiendo grandes sacrificios, los poderosos deberían dar ejemplo, incluso pedir perdón por sus excesos. Confiemos en que en el 2014 poco a poco volvamos a crear empleo.