Opinión

Falleció Julián de la Cámara Segura (El filatélico más importante de Navarra)

Sin grandes ruidos, con discreción como a él le gustaba, nos ha dejado Julián. Precisamente por esa gran mesura en su forma de ser, muchos a Julián lo recordarán como un hombre bueno, no demasiado hablador, cariñoso y que siempre estaba en la rebotica de su farmacia en la calle Herrerías. Los que le conocíamos más, sabíamos que Julián era una persona importante dentro del círculo en el que se movía, el de la Historia Postal, siendo conocido y muy querido en toda España. Las opiniones de Julián que exponía y publicaba en revistas especializadas, sentaban cátedra. Fue durante muchos años directivo de FESOFI, la Federación de Sociedades Filatélicas, encargado por su formación profesional de los estudios para conservación de las colecciones.

Desde muy joven su pasión fue la filatelia, pero Julián no es que solamente fue un amante de los sellos, que sí que lo era, fue un estudioso y el escribir e investigar sobre los motivos de los sellos y los personajes que en ellos aparecían, le hicieron adquirir una cultura extensísima, ya que además de coleccionarlos, escribía en las hojas donde los colocaba, la biografía del personaje que aparecía o el motivo porque se editaba. Julián sabía de todo y de todo mucho. Era, si se quiere de esas personas que por su sencillez pasaba desapercibida, pero una persona profundamente culta; recuerdo hacia 1965, quizás 1967, que Julián estuvo en un programa de Televisión «La Unión hace la Fuerza», como jefe del equipo que representaba a Navarra. Era un programa mezcla de deporte y cultura, en el que competían todas las provincias españolas; cuando el deportista no superaba la prueba, para clasificarse se hacían unas preguntas que entre los tres, llámeseles «sabios», tenían que contestar. No recuerdo con exactitud por que en aquellos años yo estaba estudiando fuera y no pude seguirlo todo, pero creo que Julián y su equipo ganaron el concurso o al menos llegaron a la final, lo que sí recuerdo es la expectación que levantaron y las alabanzas que Julián y sus compañeros recibieron.

Farmacéutico de profesión, nacido en Navalmoral de la Mata, llegó a Tudela joven y aquí ha pasado toda su vida. Casó con Clara Arilla, también farmacéutica, nacida en Borja y aquí nacieron sus hijos, Julián, Carmen Clara y Emilio que estudiaron el bachiller en la ciudad. Yo que conocía a Clara y a Julián «desde que yo llevaba pantalones cortos», como él mismo dice en el prólogo de un libro que le pedí que me escribiese, puedo decir que ambos eran dos «Señores», lo que se entiende por dos caballeros, muy educados y buenas personas. Yo he convivido mucho con ellos y nunca les ví una mala cara, un mal gesto, ni un solo enfado o discusión, fueron un matrimonio envidiable.

A Julián le he querido y admirado siempre, de él he aprendido mucho de lo que sé de Historia Postal, él fue mi maestro. Yo por mi parte veía que Julián a mí también me quería, pero quizás por nuestra diferencia de edad, yo pensaba que él me vería a mí como si fuese muy joven. Por ello lo que me dejó realmente petrificado, fue leer hace unos quince o veinte años, en una larga entrevista que le hicieron en el periódico La Voz de la Ribera y que posteriormente se reprodujo en una revista filatélica de Madrid, el que me citaba como el primero de sus amigos.

Aquel día me di cuenta de lo mucho que Julián me quería, pero no como a un discípulo, sino como a un amigo; a partir de entonces para mí pasó de ser aquel hombre al que yo apreciaba y quería desde niño a considerarlo mi amigo. Yo creo que hasta nuestras conversaciones cambiaron, recuerdo de ir muchas veces a su casa, ya cerrada la farmacia y estar hablando con él grandes ratos, ya no hablábamos siempre de sellos, comenzamos a conocernos mejor, descubrí en él un gran conversador y al igual hablábamos de sus años jóvenes, de sus familiares de Navalmoral, que de nuestros problemas o de política, como hacen dos amigos de verdad.Hoy me siento de verdad como si me hubiesen arrancado uno de esos imperdibles que te unen a la vida. ¡Que cierto es! Que conforme te vas haciendo mayor, cada uno que se va de los que quieres, te deja más entristecido y más solo. ¡Descansa en paz amigo! Tú has dado mucho a la filatelia, pero ella te ha hecho ser feliz hasta los últimos días de tu vida.

Luis Mª Marín Royo