Opinión

ETA debe dar un paso más

Una vez conocido el comunicado de ETA en el que se reafirma en la declaración de alto el

fuego del pasado 22 de marzo, Lokarri, Red ciudadana por el acuerdo y la consulta, considera que

dicha declaración no crea las condiciones para un diálogo resolutivo, por lo que ETA debe dar un

paso más.

Un proceso de paz y normalización se asienta en unas condiciones mínimas de confianza.

ETA, al cometer el atentado de Madrid sin declaración previa de ruptura del alto el fuego, y aunque

ha declarado que lo mantiene vigente, ha creado una situación en la que la declaración del 22 de

marzo ha perdido su valor. Hoy, prácticamente nadie confía en que ETA no pueda volver a suspender

el alto el fuego con la comisión de un atentado en el caso de que no esté satisfecha con la marcha del

proceso de paz. El alto el fuego se ha convertido en una mera herramienta en manos de ETA y la

posibilidad de un nuevo atentado pende como una espada de Damocles sobre el proceso de paz y las

esperanzas de toda la sociedad.

Por otra parte, la puesta en marcha de un diálogo resolutivo exige unas condiciones mínimas,

entre las que se encuentra la desaparición de la amenaza de la violencia. El reciente comunicado de

ETA no es suficiente para generar estas condiciones. Es posible, y necesario, mantener las vías de

diálogo abiertas, pero éstas no podrán dar resultados concretos si ETA se arroga el papel de juez y

evaluador del proceso, amenazando con romperlo en el caso de que no discurra conforme a sus

intereses.

Así, tanto para recuperar la confianza como para crear las condiciones que permitan retomar

un diálogo resolutivo, es necesario que ETA dé un paso más. ETA ha gastado todas las bazas que tenía

y ahora sólo le quedan dos posibilidades: declarar una tregua irreversible de larga duración o presentar

una propuesta viable, transitable y realista para poner fin a la violencia. ETA ha colocado el proceso

en una situación insostenible y tiene la responsabilidad de responder a la voluntad de la sociedad

vasca de no violencia y diálogo.