Opinión

El suelo urbano de la nueva Carta Puebla

Una Carta Puebla del Siglo XXI

¿Qué actividades atraer junto a la nueva estación?


La primera prioridad sería la de ofrecer suelo para el asentamiento de subsedes especializadas de grandes multinacionales que se deslocalizan y huyen de las disfunciones y los altos precios de Madrid y Barcelona. No hay que tenerle miedo a pensar en un 30% del volumen edificado destinado a oficinas y servicios. Por ejemplo, subsedes de Iberdrola Renovables, Acciona, R.E.E.

Suelo para el mejor Centro de Interpretación del Mundo en energías Renovables.

Suelo residencial y comercial para vecinos de la Ribera que quieren vivir cerca del TAV. Viviendas sofisticadas y sostenibles de primera residencia para gente que vive en Tudela y trabaja en la Ribera, o en Pamplona o en Zaragoza.

Suelo para alguna subsede de la Unión Europea en temas de Energías renovables.

Suelo y volumen edificables destinado a empresas relacionadas con las energías renovables (oficinas, centros de investigación, laboratorios) anexos a Sarriguren.


Suelo para segunda residencia de europeos que disfrutarían de Madrid y Barcelona desde Tudela.

Suelo y volumen edificables para un mínimo de 3.000 plazas en Hoteles Estornino de bajo coste y larga estancia atrayendo turismo que disfruta de Madrid y Barcelona desde Tudela a través de bonos del AVE. Llegan de Europa a los aeropuertos de Zaragoza, Pamplona, Madrid o Barcelona.

Suelo para una posible Escuela Internacional de Cine (Programas Europa-Hispanoamérica). Profesores que vienen en AVE de Madrid y Barcelona con bonos.

Suelo para la nueva cárcel de Navarra junto al TAV que casi nadie quiere en la comarca de Pamplona (siguiendo la tradición de acoger en la Ribera lo que no cabe en el norte de Navarra).


Suelo para la sede o subsede futura del Consorcio de Mancomunidades de Residuos Urbanos de Navarra (que enviarán los residuos orgánicos a la planta de biometanización de El Culebrete incluida la Comarca de Pamplona).

Suelo para el Centro del Plan de Ordenación Urbana de la ciudad del TAV, cuya parte más densa, compacta e inmediata no necesitaría más de 50 hectáreas pegadas a la Estación del TAV y deberá ser muy sofisticado y vanguardista (recordemos que el casco romano de Zaragoza se planificó hace 2.000 años y sigue teniendo 54 hectáreas con unos 30.000 residentes y todo tipo de actividades, administrativas, servicios, comercio, ocio, etc.).


El barrio de ciudad del TAV Tudela-Ribera del Ebro reservará grandes espacios para usos imprevistos, teniendo prioridad aquellas que dependan de la inmediatez peatonal entre el tren de Alta Velocidad y las viviendas y oficinas.

Especial importancia tiene todo lo relacionado con el intentar atraer como nuevos residentes a familias europeas para la temporada cálida (de Semana Santa al Pilar). Una de las claves del éxito, además de la planificación, es el bajo precio del suelo, a veces incluso gratuito para los nuevos vecinos. Recuérdese cómo se pobló Estella con francos (cristianos europeos) para sustituir a los musulmanes expulsados por la Reconquista. Estella, en la Edad Media, proporcionaba gratis la parcela gótica, tres metros por dieciocho metros, a todos aquellos peregrinos que a la ida o a la vuelta de Santiago quisieran hacerse nuevos navarros y quedarse para siempre.

Convendría atraer la instalación de un 10% de los servicios públicos del Gobierno de Navarra actualmente en Pamplona que se desplazaría al sur de la Navarra bipolar. Con el TAV, 15 minutos y seis euros por trayecto la capitalidad bipolar estaría resuelta. Se debería prever también gran cantidad de suelo residencial y de servicios para numerosos centros de aprendizaje de la lengua española por inmersión para niños y niñas europeos de diez a dieciocho años (Con el Instituto Cervantes). Se debería preparar suelo para la Escuela Internacional de Energías Renovables (basada en el 0,7% navarro). Se debería reservar suelo para una gran sede global sobre migraciones así como de formación y encuentros entre las ONG´s de todo el planeta.

Centros de información, centros de reuniones estratégicas, centros de extracción y formación de líderes de los países en vías de desarrollo, etc., etc. Un centro residencial de ese tipo con los precios de suelo de Barcelona, Madrid, es ya imposible pero con el TAV y suelo público urbanizado a coste cero podrían suponer un germen, un estimulador de la atracción de poblamiento y actividad terciaria y cuaternaria en Tudela y la Ribera Navarra.

Se podría plantear también la reserva de suelo para lo que podíamos denominar el Ludium Ribera del Ebro, un bello y ligero edificio gigante diáfano que daría servicio al noreste de España (unos 25 millones de habitantes en un radio de 300 kilómetros). Un Ludium es un espacio nuevo en la historia de la arquitectura y del urbanismo mezcla de “estadio cubierto sin deporte”, un palacio de espectáculos de invierno como en París, el London Millenium o, para entendernos de manera más sencilla, algo equivalente a tres o cuatro veces el tamaño de la carpa de la UPNA o del Pabellón Interpeñas de Zaragoza que permita juntarse en invierno sin frío ni calor a 30.000 – 40.000 ciudadanos que quieran celebrar con alegría el placer de estar juntos y vivos, la comensalidad, comidas para veinte o treinta mil personas, las risas, el baile, la apoteosis de la comunidad y de estar vivos. Vendrían, periódicamente, con certeza, decena de miles de testigos de Jehová, moteros, bloggers, hackers, o amantes de la música como cuando se juntan en verano en el desierto de Monegros.

Cabría construir la Sede del Centro Europeo de Investigación-Acción sobre la Fiesta

Un espacio gigante, seguro, indestructible, fácil de limpiar, que va contra el sentido de la historia, resistir a las telecomunicaciones que nos quieren aislar táctilmente. Los seres humanos disfrutamos con la cercanía física y la fiesta y de eso en esta tierra sabemos bastante. Podría ser como la carpa o el peñódromo universal donde caben todos los que hagan su reserva con tiempo y respeten la cordialidad y la Declaración Universal de los derechos Humanos.