El alcalde de Tudela, Luis Casado, fue el único congozante, en la última Junta General de Bardenas, que se atrevió a poner el punto sobre la “i” (leer pág. 17). Es cierto que la comunidad bardenera es la única que tiene potestad para oponerse al polígono o negociar un nuevo convenio, sin embargo, los miembros de la Junta General representan a los ayuntamientos, valles y Monasterio de la Oliva y, en realidad, son estos los que deciden
Es decir, la opinión del representante de la localidad debe ser, aunque no lo sea y a efectos de voto, la adoptada en el correspondiente Pleno. También es verdad que la sombra de la expropiación planea amenazante sobre el polígono y, desde luego, la decisión (oponerse o entrar a negociar un nuevo canon y/o otras prebendas) no es fácil. Motivo por el que compartimos las razones del Presidente, José Antonio Gayarre, de entrar a negociar y sacar un rendimiento económico a esta imposición estratégica europea. No obstante, no nos gusta el Polígono ni tener los aviones encima, pero realmente no hay otra alternativa.
