Opinión

¿Dónde está el Estado laico?

Estos días que se acerca la Semana Santa del mundo cristiano, conviene recordar una vez más que la Constitución española describe nuestro Estado como un ente aconfesional y laico. Sin embargo, la tradicional mezcolanza de lo público con lo religioso alcanza un apestoso grado sumo en estas fechas, al comprobarse cómo, desde el Gobierno central al más pequeño de los municipios, todos los servicios públicos se ponen a disposición de unas celebraciones, respetabilísimas, pero que no deberían alcanzar el grado de solemnidad que, inocentemente, se les confiere.