Opinión

Día Mundial del Medio Ambiente contra la contaminación acústica

El 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente. Desde ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DE LA RIBERA ha querido poner nuestro foco de atención en la contaminación acústica. Esta es un tipo de contaminación considerada menor frente a otras. Pero alarma saber que es uno de los tipos de contaminación más habituales.

El término contaminación acústica hace referencia al ruido (entendido como sonido excesivo y molesto), provocado por las actividades humanas (tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etc.), que produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de las personas.

Se ha dicho por organismos internacionales, que se corre el riesgo de una disminución importante en la capacidad auditiva, así como la posibilidad de trastornos que van desde lo psicológico hasta lo fisiológico por la excesiva exposición a la contaminación sónica.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), considera los 70 dB(A), como el límite superior deseable. En España, se establece como nivel de confort acústico los 55 dB(A). Por encima de este nivel, el sonido resulta pernicioso para el descanso y la comunicación.

Según estudios de la Unión Europea (2005): 80 millones de personas están expuestos diariamente a niveles de ruido ambiental superiores a 65 dB(A) y otros 170 millones, lo están a niveles entre 55-65 dB(A).

Para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente, ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DE LA RIBERA, hemos realizado mediciones con un sonómetro no profesional (Estos equipos deben estar sujetos a las normas UNE 20464, tipo 1 y CEI-651-79, tipo 1) en diferentes zonas de la ciudad de Tudela y a diferentes horas tanto en horario diurno como en horario nocturno.

Tras estas mediciones hemos comprobado como se superan de forma notable los límites que la Ordenanza Municipal y el Decreto Foral sobre Ruido y Vibraciones marcan como niveles máximos.

Se realizaron mediciones del sonido ambiente, un día laborable, en diferentes calles principales de nuestra ciudad. El intenso tráfico a motor alcanzaba de media los 75 dB(A), alcanzándose picos de hasta 100 dB(A). Si consideramos alguna de esas zonas como zona comercial la normativa estipula como máximo 65 dB(A), pero si la consideramos zona residencial el límite se fija en 35 dB(A).

Queda patente que las diferentes administraciones no hacen lo suficiente para que esos niveles cumplan con la normativa. El tráfico de los vehículos a motor no sólo emite partículas contaminantes a la atmosfera, también ruido. Se debe por tanto calmar el tráfico y retirar de la circulación a vehículos a motor que son ruidosos. No se apuesta lo suficiente para que los desplazamientos se realicen en transporte colectivo, a pie o en bicicleta.

Otros focos de emisión de ruido son las zonas de ocio. Ahora que se acerca la época estival es frecuente ver bares con las puertas abiertas incumpliendo la normativa que indica mantenerlas cerradas. Si, además, se suma a ello el griterío de la gente en la calle se superan claramente en nuestras mediciones los 55 dB(A) para zonas comerciales o los 30 dB(A), siempre para el horario nocturno de 22 a 8 horas.

Resulta sorprendente que la ordenanza municipal exima de cumplimiento a actos que el propio Ayuntamiento organice. Todos entendemos que en un concierto se puedan superar los límites, aunque hay que tratar de rebajarlos. Lo que no es comprensible de ninguna manera es que sean siempre las mismas zonas las afectadas. La propia legislación habla de “zonas saturadas”. Cuando esto ocurre se deben buscar otras zonas que no lo estén. Si toda la ciudadanía disfruta de unos actos, la ubicación de los mismos debería rotar por los diferentes barrios de la ciudad.

Existen otros muchos focos de emisión de ruidos. Pero, basten estas líneas para que todos pensemos que unos niveles de ruido aceptables mejorarían nuestra calidad de vida. O acaso no es mejorar en nuestra calidad de vida el poder transitar por nuestra ciudad sin ruidos agresivos, o el poder descansar en nuestras casas por las noches.