Opinión

Detalles sin importancia

Una de las ventajas que tiene vivir en una comunidad pequeña es que, al final, todo se sabe... Las cosas buenas, los deslices, así como las excelencias, no se pueden ocultar. Saltan a la vista, o son empujadas en mitad del albero.



De este modo, o de forma interesada -por que alguno de los cinco consejeros políticos de CAJA NAVARRA que recibieron en junio un reloj valorado entre 2.500 y 4.000 euros, lo devolvió antes-, la cuestión es que el asunto de los regalos del Sr. Goñi está estos días paseándose por los mentideros forales.



Lo curioso del caso es que sea ahora cuando la prebenda sorprende, después de que hemos asistido estos años de bonanza pasada a una permanente berborrea de detalles y lucros cesantes camuflados de mil formas y maneras... ¿Será que se acercan las Elecciones Autonómicas y Locales y los gurús que todo lo saben se están empezando a poner nerviosos?



Es lo de menos, pero que la Caja garante de la Navarridad Única se las gaste así con su gente, cuando es el pequeño ahorrador el que se apoyó en esa gran obra que avalaba en tiempos la “Diputación”, para llevar a la entidad a lo que ahora ya no es, es, cuando menos, bochornoso.



Se asisten constantemente a todo tipo de atropellos, pero éste, tan descaradamente ostentoso, tan manido y disimulado, se lleva la palma. ¿O es que no es importante además de ser, parecer honesto?



El detalle ensombrece, porque como versa el castellano refrán, “el que da bien vende, si el que recibe lo entiende”. Y aquí nadie parece haber comprendido nada.