El comunicado emitido por la banda terrorista ETA es una muestra de puro cinismo y una desvergüenza. Dentro de las consustanciales contradicciones de la banda, mientras asume la autoría del atentado de Barajas, mantiene que es una respuesta acorde, que el alto el fuego está vigente y culpa a la falta de desalojo las dos víctimas mortales.
Es un intento vano de engañar a la ciudadanía y al Gobierno que encubre una amenaza. Una amenaza a la sociedad y al propio Gobierno para que sepan que si no hacen lo que ellos quieren seguirán atentando contra la libertad y contra la vida de las personas.
El Gobierno no debe aceptar bajo ningún concepto esta dinámica, y no puede ser tan ambiguo en sus actitudes. Cuando el Presidente Zapatero habla de accidentes mortales, de suspensión de la interlocución etc, peca de ingenuidad. A día de hoy es imposible avanzar, el cese de la violencia no debe de tener nunca precio político, por supuesto nunca vamos a permitir que Navarra sea objeto de una negociación política.
ETA ha invalidado la interlocución al romper de manera unilateral el alto el fuego, que a día de hoy no existe. No es posible ni retomar ni iniciar diálogos con los terroristas, puesto que no existe ausencia total de violencia, tal y como decía la resolución del Congreso de los Diputados. Es necesario una renuncia expresa de la violencia, sin discusión por parte de ETA.
El Estado de derecho debe seguir trabajando sin interferencias y sin presiones, si verdaderamente creemos en el Estado de derecho y en la división de poderes.
Para los que teníamos escasas ilusiones en este proceso la situación apenas ha variado en lo sustancial: espiral violenta, dos asesinados más encima de la mesa, una vuelta de tuerca al Gobierno Zapatero para conseguir los objetivos políticos que ETA ha perseguido durante años y por tanto una presión más para recordar al Gobierno Zapatero que ETA sigue teniendo capacidad de acción y si no se cumplen "sus" plazos volverá a atentar. Así es imposible cualquier avance.
La ciudadanía exige ya desde hace muchísimos años, y ahora con más rotundamente, es el cese unilateral y efectivo de la violencia y aceptación plena y rotunda del sistema institucional, pero creemos que ETA no está ni va a estar dispuesta a aceptar estas premisas.
