Opinión

Ante la declaración de ETA

Constamos la derrota operativa de la lucha armada de ETA. Hoy el Estado de Derecho está más legitimado, y constatamos la bondad de la aplicación de la Ley y de la Justicia. Sería una locura apoyar la pretendida negociación Estado-ETA que quiere la banda, los terroristas quedarían como buenos luchadores ante los suyos. El Gobierno ZP apunta a que estamos en el final de ETA y se alegra.



Estamos en el guión de la Conferencia-Paripé de Ayete, al que le sigue una declaración con el cese definitivo de su actividad armada, que no significa, ni que ETA se disuelva, ni que entregua las armas, ni que pidan perdón. Una ETA derrotada militarmente, pretende engordar electoralmente a la izquierda abertzale (que son ellos mismos). Pese a ser un paso esperado, no deja de ser positivo, aunque insuficiente. Seguirán con la tabarra del "conflicto", de los presos, de los 200 en búsqueda y captura, y el rollo del derecho a decidir.



Mosquea tanta algarabía, nacionalista y socialista ¡menos mal! que al menos, las víctimas y el PP, apoyados por una mayoría ciudadana lo tenemos claro: para terminar con la etapa negra de ETA, sin engordarlos en su formato legal, por eso, no es posible presentarlos como abanderados de la paz, deben disolverse, entregar las armas y pedir perdón, y así derrotar a su ideología totalitaria. No apoyamos la campaña mediática de la izquierda abertzale, que parece aplaudir un sector del PSOE.



Hemos soportado mucho sufrimiento, durante 50 años, y debemos darnos tiempo. El Obispo Munilla dice que "las víctimas tienen derecho a que se les haga justicia porque la impunidad desacredita el orden moral y legal y ello invita a nuevas transgresiones". La Paz "no puede nacer de meros pactos políticos" lo que se necesita es "la conversión de los corazones" porque sin ella "no hay reconciliación y sin reconciliación no podrá haber nunca una paz auténtica". Señalando a ETA les dijo: "recomponer tanto dolor y sanar tanto rencor, exige un ejercicio muy serio de transparencia" y "no cabe dejar la menor duda sobre la desaprobación de la violencia: en el pasado,

en el presente, en el futuro”.



Ante esta buena noticia, hay que ser prudentes y vigilantes. El PNV necesita tiempo paravisualizar la inoperancia de la izquierda abertzale en la gestión de la cosa pública, a medio plazo, necesitarán el apoyo del PP, tanto en Madrid como en Euskadi. El PSE sabe que sus días en Ajuria Enea están contados, y los de Eguiguren sueñan con la posibilidad de una alianza con la izquierda abertzale, bajada del monte.



El próximo Gobierno de Mariano Rajoy dirigirá la política antiterrorista y penitenciaria, y le tocará impulsar las acciones políticas y legales contra Bildu, salvo que corrijan y avancen en la buena dirección. En cómo se vayan resolviendo todos los temas pendientes, nos jugaremos nuestros principios políticos, éticos y morales. El final de ETA ha de consistir en la victoria de todos los ciudadanos y la derrota inapelable de unos pocos. La Izquierda Abertzale necesitará hacer una verdadera autocrítica democrática, no basta con hacer un cambio político de táctica y de estrategia ¡está bien para empezar! Todo ello llevará un tiempo, llegaremos antes a la verdadera paz, si no nos equivocamos, y no tenemos prisa por acelerar un proceso, entrando en lo estrafalario de las pretensiones de ETA. Obviamente restañar tantas heridas, es una cosa de muchos años.