Opinión

Adiós a Harry Potter

Después de diez años, desde que en 1.997 aquel aprendía de mago,

aparecería en escena, asistiendo a sus clases en el Colegio Hogwarts un

centro de Magia y Hechicería es una escuela donde se desarrollan las

historias de Harry y sus amigos, sus aventuras.

Se fomenta en compañerismo el estudio la escolarización, necesaria hasta

para quien podría hacer valer su magia y no estudiar. Es un centro de

carácter público, dependiente del Ministerio de la Magia.

Los profesores de Hogwarts al ser una escuela en orden de internado a la

cual asisten niños y adolescentes con la capacidad de hacer magia, es una

escuela de formación profesional especializada, donde los profesores es

tal concienciados de que su vocación por la magia exige la vocación por la

docencia y donde se trasmiten no solo conocimientos, donde se trasmiten

valores de amistad, respeto al profesorado, y disciplina.

Sobre la base de un régimen de trabajo, se trasmite la ciencia, una

determinada disciplina, que no violenta la libertad de los alumnos, y

donde el profesor mantiene el estatus de autoridad debida.

En la historia de la literatura, en la historia del cine, que no es más

que reflejo de la historia de la propia vida, ha habido otros personales

que como la vida propia, crecen y desaparecen.

Son diez años, siete novelas, y llevadas al cine en su mayoría,

transferidas a juegos, y a todo tipo de actividades lúdicas y culturales,

que han fomentado sentimientos “buenos”.

Los niños, leen, es de lo mejorcito; chicos y chicas que han devorado

libros, que se han apasionado con las aventuras, pero que han sido

impregnados de una educación de respeto, de esfuerzo, de rivalidad sana.

Para conseguir los aprobados, hay que trabajar, para conseguir vencer en

la competición hay que esforzarse, hay que aprender, y hay que jugar

limpio.