Opinión

Para entender lo que nos pasa (en Navarra)

Vivimos tiempos convulsos, entenderlos requiere que nos remontemos a:

1.- Lo que aconteció en los años de abundancia (1995/2008): crédito a tope; crecimiento económico continuo, apoyado en la construcción; extensión del estado del bienestar; mucha inversión en infraestructuras, unas necesarias, otras no, por la competencia alocada de las autonomías, etc.

2.- A cómo se ubico la izquierda después de la caída del muro de Berlín (1989). Aceptó la bondad del capitalismo como generador de riqueza, apoyándose en la extensión del Estado del Bienestar. No hiceron autocrítica, ni pública ni privada, recogieron simplemente las banderas, que antes atacó, de Mayo 68. Se centraron en luchar por la prevalencia de ciertos grupos marginales: luchas pro homosexuales, atacando el matrimonio heterosexual; discriminación positiva a la mujer; extensión del aborto convirtiéndolo en derecho, y sobre todo atacar a los católicos (los musulmanes les dan miedo) que son el único valladar a sus planes en Occidente, puesto que las iglesias protestantes se han plegado a los “signos de los tiempos”, y así les va. Ya lo vaticinó A. Gramsci, “la conquista del poder cultural es previo, a la del poder político” en ello se afanan nuestros adversarios, tanto en sus versiones constitucionalistas, como abertzales, y con la complacencia buenista y atontada, del centro derecha.

3.- Durante los pasados años de bonanza, la cosa funcionó bien, porque se centraron los dos grandes partidos navarros (UPN / PSN), en la extensión de la administración, había dinero para todo, y para todos, practicaron en esencia la misma política socialdemócrata, de más gasto público. La batalla pública de las ideas, desde UPN no les ha dado la gana de darla, para no ofender a los socios. Parece que estamos condenados a vivir en una tierra, que aunque profundamente conservadora, se vota en exceso al centro izquierda, porque al centroderecha le encanta presentarse, como  progresista.

4.- Inicialmente, la  crisis se pensó que era pasajera, coyuntural ¡que en dos años volveríamos al círculo virtuoso! de crédito fácil y crecimiento sostenido, retornándose a una excelente recaudación fiscal. Desde el Gobierno navarro, y desde la CAN se aposto por fomentar la inversión, por apoyar a ciertos consumos. Como resultado hoy tenemos un panorama desolador, un endeudamiento desmesurado (de 600 millones de deuda, pasamos a 3.000, en un plis-plas), unido al tema de la desaparición de la CAN: mucha deuda, sin instrumentos financieros cercanos, y una gran caída de la recaudación. La crisis se aguanto mejor al principio, pero al final ha llegado fuerte, con unas arcas forales debilitadas, al no contar con la inyección del IVA de Volkswagen, que disfrutamos durante muchos años. La última etapa de Sanz aun bien intencionada, fue manifiestamente mejorable.

 

"Se centraron en la extensión de la administración, había dinero para todo... Barcina ha demostrado

que el cargo le venía grande"

 

5.- El Gobierno Barcina, se inicio con buenos presagios, con acuerdo con los socialistas, a los que se les dio unas generosas parcelas de poder, y no se les exigió apenas nada a cambio, como podía haber sido el volver al horario normal los funcionarios de Navarra, al de antes de copiar la reducción de Mitterrand en Francia.

6.- ¡Como gobernar en época de vacas flacas, no le gusta a nadie, y menos a los socialistas! Nos les fue difícil al resto de la oposición de izquierda, poner en serias dificultades a los socialistas navarros. Estos se situaron en un lugar imposible, ser a la vez gobierno y a la vez oposición. Hasta que, aunque mal en las formas, tuvo toda la razón Barcina, en apostar por su salida del Gobierno.

7.- Con un Roberto Jimenez despechado, hemos tenido cada vez más tensión, cada vez más encono, todo adobado en un entorno crispado, por la escandalera de las Dietas de la CAN, etc. Al Gobierno Navarro le han hecho sistemáticamente una pinza, por un lado toda la oposición, liderada por Bildu, utilizando toda la artillería para pedir la dimisión de Barcina, con la movilización diaria de sus efectivos (en el contexto de la “pacificación”). Y por el otro, los “suyos”, los genuinos, los del “quesito”, que han conspirado, mal metido, contra Barcina todo lo que han podido.

8.- Barcina ha demostrado que haber sido una buena alcaldesa, no le ha dado compentencia para su nuevo puesto ¡el cargo le ha venido grande! Tampoco lo ha tenido fácil, por la crisis para la acción de Gobierno. Existen dificultades objetivas para llevar al Gobierno a gente solvente, o quizás por no querer roderarse de personas competentes, que le hiciesen sombra; tampoco ha sabido ganarse a los altos funcionarios, todos están muy descontentos. Nadie sabe hacia donde marchamos, no se ha hecho un análisis riguroso de la dificil situación económica e institucional de Navarra. Si se ha hecho, ni se ha compartido, ni se ha explicado, ni se ha intentado ganar voluntades. Tambien es verdad que ante cualquier iniciativa de racionalización, se ha encontrado con la oposición frontal de la oposición de izquierdas (desde el personal de cocina en hospitales, etc.; acusación de mala sanidad, mala educación, etc.) Pero Barcina ha demostrado que tiene más vidas que un gato, pues aguanto el numerito de la moción de censura de los Bildus; contra pronóstico ganó el congreso de UPN; tampoco la procesaron los del Supremo, cuando parecía que lo harían, y aún debilitada, no han tenido manera de hundirla, y se ha enfrentado a los problemas de cara.

9.- Utilizando, las declaraciones despechadas de Idoia Nieves, la oposición con gran desfachatez, acusó de corrupción al Gobierno, con argumentos falsos (Pacto del almacén, del Bar del Parlamento Foral). Exigiendo moralidad, cuando ellos han callado, en otras muchas ocasiones, pero todo les vale, para intentar derribar al Gobierno Barcina. No nos olvidamos de la farsa de la entrega de armas, etc. Para los Bildu había llegado su momento, y apoyaron las ganas de Jiménez de ser ¡Presidente por unos telediarios! Nos machacaron antes, y todavía siguen hoy, con la “cantineta” de que el Gobierno está paralizado, que no hace ¡lo que hay que hacer! ocultando la cruda realidad, que impide al Gobierno, gastar lo que no tiene. A pesar de la dudosa viabilidad, la oposición se dedica a legislar febrilmente al margen del Gobierno, soportando fuertes revolcones judiciales ¡Menos mal!

La izquierda quiere más gasto social, para sostener lo insostenible, en eso coinciden con ciertos sectores empresariales siempre colgados de la ubre de la inversión pública, arregladora de sus cuentas de resultados. Más gasto, también lo apoyan los “enemigos” de Barcina, que apuestan por el pacto UPN/PSN, a cualquier precio. Algunos de ellos, se están viniendo para arriba, antes silentes, pasan ahora a proferir amenazas a los que les han acusado de mala gestión en la CAN, e incluso se apoyan en veleidades republicanas que ofrecen al resto del pueblo -poco cultivado- como camino de retorno, al paraíso perdido socialdemócrata ¡Para llorar, por no reír!

10.- El futuro mapa electoral navarro será parecido al actual, pero para los constitucionalistas el adelanto, era un autentico tiro al pie, pues al PSN no le sería fácil olvidar su paso por CAN y Gobierno, y Jiménez no era el mejor candidato. La debilidad del centroderecha, dividido por Sanz, desprestigiado por la mala gestión de su último gobierno, y la mediocre gestión de este, debilitados ambos por el escándalo CAN, la falta de recursos. Necesitamos tiempo para que la crisis económica remonte un poco, para demostrar que la política económica seguida hasta ahora, tiene sentido y pueda volver a ganarse a una parte importante de su electorado natural, que tiene enfadadísimo, y en posiciones abstencionistas.

11.- Los socialistas navarros, no son lo que eran hace unos años, han cambiado, viven en un mundo irreal. Quieren experimentar, apostando por quedarse centrados entre los Bildus y el llamado centro derecha “ultramontano” (UPN/PP). Parecen olvidar que sus “nuevos” aliados, solo los quieren como trampolín para llegar al poder. No han aprendido nada del tripartito catalán, quieren utilizar la nueva situación de la izquierda abertzale, disfrazada en un soporte legal, para coaligarse con ellos, y así desbancar al PNV en Euskadi y a UPN en Navarra. No olvidemos, que no han pactado en este febrero, porque no han podido. No les han dejado, por la coincidencia con las elecciones europeas, que colocaba a la candidata socialista Valenciano en un verdadero brete, y ha sido la actitud patriota de Rajoy y del PP, la que ha obligado a posicionarse a Ferraz, cortando las ansias de poder de Roberto Jiménez. Todo lo inoculado en tiempos de ZP: guerra civilismo, apoyo a sectores minoritarios, son coincidentes y favorece el pacto con los nacionalistas e izquierdas, como lo vemos hasta en los socialistas riberos.

12.- La hoja de ruta que interesa al centro derecha navarro, tanto ahora, como para otoño de 2015, es tener definida una política a largo plazo, que le permita fortalecer sus tesis, la de una Navarra foral y española, constitucional que garantice su viabilidad a largo, todo lo que favorezca a los nacionalistas vascos nos debilita, el pacto con los socialistas siempre será bueno, si se sabe a dónde se va. No hay que hacer caso, al canto de sirena sistemático que desde el statu quo de los poderes fácticos, hacen sobre UPN.

13.- No nos merecemos tener que elegir entre: una aberchalada izquierdista que se presenta con piel de cordero; y la corrupción de los cercanos. Necesitamos caras nuevas, que lideren el PSN y la UPN, menos peroratas y más hechos. La autocrítica pasa por desmarcarse de la avidez por el dinero fácil, de los Sanz&Cía, del exceso de endeudamiento, asegurando nuestra viabilidad económica, y no sólo utilizando la verborrea foral.

14.- El escenario después de las generales de 2015, determinará en gran medida la configuración de la política navarra, que puede ser el de la italianización de la política española, por la pérdida de fuerza del PP y del PSOE, y la formación de un Gobierno de todos contra el PP, que nos dejaría en una situación de debilidad, de travesía en el desierto, nueva reorganización del centro derecha navarro, y acumulación de fuerzas desde la oposición. Como no es previsible una mayoría absoluta del PP, sería sensato apoyar la formación de una Gran Coalición, PP / PSOE, que sólo sería posible, dependiendo en como vayan las primarias en el PSOE, y del papel que pueda mantener Rubalcaba, que ayudase a la salida de la crisis, y a la defensa del modelo de estado frente a los separatistas.

Daniel Celayeta