Opinión

El teatrillo antipolígono

Koldo Martínez se ha sumado a la fiesta. Olvidando que los pueblos congozantes tienen un contrato de arrendamiento con Defensa, hasta diciembre del 2028. Ni el Gobierno ni el Parlamento tienen nada que decir.

¿Realmente tenemos enemigos? la respuesta es sencilla: SI, los yihadistas, ellos mismos nos lo están diciendo en cuanto tienen ocasión. El que quiera que vaya con el lirio en las manos, pero lo sensato es que contemos con unas Fuerzas Armadas, modernas y preparadas, que no sean un ejercito de Pancho Villa, sino que sean unos buenos profesionales, que estén dispuestos para intervenir, es lo que todo el mundo libre tiene y financia.

Si queremos parar las olas de refugiados de los conflictos cerca de Europa, deberemos de ayudarles a resolver primero los conflictos armados sobre el terreno, y eso se hace luchando. Junto a la ayuda aérea, necesitamos infantería, que es como se ganan las guerras.

Los países que más gastan en armamentos son en proporción las dictaduras, no las democracias. España invierte el 0,9 de su PIB, muy por debajo de la media de nuestro entorno. El fácil discurso anticapitalista de que en el negocio de las armas está todo lo peor de la humanidad, tiene mucho de demagogia y nos deja indemnes ante los enemigos.

La reserva natural se creó dentro del polígono y no al revés. La zona se declaró reserva natural (1999) tras décadas de ser utilizada antes como polígono de tiro. ¿Porqué renunciar a los 14 millones de euros anuales los pueblos congozantes?

Las reservas de hoteles en Zaragoza han crecido un 20% a causa de las maniobras entre octubre y noviembre. La preocupación del Koldo mejor sería cómo Navarra saca algo.

Daniel Celayeta