Son dos, y por ese orden, el analfabetismo financiero de la población y las políticas realizadas por algunos gobiernos. Veamos; los abuelos compraron su vivienda con trabajo y esfuerzo. Y con la bancarización y la inflación de los años 70 y 80. La bancarización es que surgieron sucursales bancarias en cada esquina del centro de las ciudades y de las plazas de los pueblos. Que la inflación pagó la deuda de nuestros abuelos o padres no es tan fácil de ver. Me explico; en aquellos años la inflación llegó a estar en el 24% en un solo año. Y eso, ¿cómo influye en la deuda? Con un préstamo fijo, entonces la mayoría, aunque fuera muy caro (intereses de casi el 20%) la inflación amortiza el principal de la deuda. La lógica es que si la inflación es la pérdida de valor de la moneda, que no la subida de precios de las cosas. Tener deuda en una moneda que pierde valor es exactamente lo mismo que deber menos, porque si el euro vale menos, es decir, puedo comprar menos cosas con él, mi deuda que está en euros también valdrá menos. A corto plazo los salarios no suben tanto como la inflación, pero sí que suben detrás de esta. Con lo que en la práctica nuestros antepasado pudieron pagar sus deudas en menos años de los previstos. Ellos no sabían muy bien por qué, pero sí que quedo en el subconsciente general el dicho “hijo, tú métete que ya saldrás” Funesta recomendación para los que se metieron en hipotecas antes de la crisis inmobiliaria española.
MI generación hemos podido compramos casa con hipotecas a 30 años. Con un poco de suerte a tipo fijo, suerte porque también se diluye la cuota año a año con respecto a la inflación creciente. Peor lo tienen los que aprovecharon tipos variables porque pagaban menos al principio y ahora ven cómo les sube el Euribor y como consecuencia el coste de la hipoteca.
Los jóvenes actuales se pueden permitir alquilar una habitación en un piso compartido. Y lo llaman coliving, ¡hombre no me jodas! Eso se llama pobreza y punto. Este es un drama para muchos mileuristas que no pueden ni soñar en ser propietarios. Que por otra parte, no es ninguna obligación en la vida, se puede vivir de alquiler, si no fuera porque estos gobiernos también se están cargando el mercado del alquiler. Ya he escrito anteriormente varios artículos sobre el tema, que se pueden resumir recordando la ley de la oferta y la demanda como creadoras de los precios del mercado. Si se estimula la oferta o se penaliza la demanda los precios bajan, obviamente estas son las políticas que se deberían hacer. Si se penaliza la oferta y se estimula la demanda los precios suben, estas son las políticas que hacen. Esto funciona así aquí y en China (Carod Rovira dixit). Vemos como los gobiernos hacen continuamente políticas de demanda y oferta que generan subidas de precio en el mercado de alquiler. Por ejemplo, perjudican al casero que tiene más de cinco pisos en alquiler, y por el lado de la demanda la estimulan dando dinero para que los jóvenes se emancipen de alquiler. Y luego, cuando las cosas van a peor, sacan el comodín del neoliberalismo y del capitalismo salvaje y se quedan tan anchos. A mí me explota la cabeza (como dicen mis sobrinos) con que este burdo argumento les sirva durante lustros y la gente se lo trague sin más. Volvamos ahora al principio de este artículo, esto funciona siempre que la gente se mantenga analfabeta en materia económica.
Dale al pueblo lo que pide y ganarás las elecciones. Muchas medidas económicas son contraintuitivas. Decía el economista Henry Hazlitt que “El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o medida política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores.“
No obstante, cada quince o veinte años aproximadamente se pone a tiro el sector de la vivienda. Es un sector pegado al sector financiero. Hemos vivido hasta hace un año y medio un mercado financiero con hipotecas muy baratas (tipos de interés real negativo), con tipo de cambio fijo y a treinta años. El dinero casi gratis es el chupinazo de la fiesta inmobiliaria. ¿Os acordáis del año 2000 cuando Alan Greenspan (presidente de la FED) bajó los tipos de interés por la crisis de las punto.com? ¿Qué ha pasado ahora con el manguerazo de dinero casi gratis post-pandemia? Así pues, aprovecha el momento (carpe diem). Ahora tenemos viento en contra así que ya hay menos compra venta de viviendas, y muy poca oferta de alquiler porque cualquiera invierte en un sector tan regulado a la contra del inversor. Y ahora dicen algunos políticos que quieren regular el coliving. O sea que ya no podrán irse de casa nuestros hijos porque conociéndoles seguro que ponen pegas a la oferta de coliving. No hace falta ser adivino para darse cuenta de que nuestros hijos lo tienen muy crudo para emanciparse. En casa de los papis hasta los 40.
