Opinión

La vocación empresarial

Mucho se habla de los planes de empleo del Gobierno, y del empleo de calidad. Pero, ¿quién va a crear esos empleos? De la escuela a la universidad nos enseñan a ser buenos empleados. Los padres protectores quieren que sus hijos tengan un trabajo seguro. El orden de prioridad es: funcionario, luego empresa multinacional, luego nacional, regional y de pueblo. De todos esos, los únicos seguros son los funcionarios. Pero, ¿de verdad quieren que sus hijos saquen una plaza a los 20 años hasta la jubilación? ¿Más de 40 años en ventanilla? Sólo algunos empresarios ven con interés que sus hijos sigan la saga familiar. No en todas las empresas familiares, porque saben el sacrificio que supone la responsabilidad de ser empresario. A la alienación marxista se le escapó la responsabilidad patrimonial, presente y futura, cuando la empresa va mal. Además, cuando cierran viven marcados con el San Benito del “arruinado”. 

El trabajo más importante del empresario es crear empleos estables y de alta calidad. Para hacerlo necesita un entorno favorable. Hay indicadores que miden esto como el Doing Business (elaborado por el Banco Mundial). España está en la posición número 30.
A nivel selección de fútbol implicaría casi no entrar en el Mundial (entran 32). Sugiero a los gobiernos que se planteen de qué manera pueden favorecer el ascenso en esa escala. Es fácil, sólo tienen que mirar a los primeros de la lista y copiar. Nueva Zelanda, Singapur y Dinamarca se llevan el medallero.
Y evitar el sobre ordeño de la vaca. Como dice el profesor Argandoña del IESE, los impuestos son como la leche de las vacas. Para que la vaca dé buena leche hay que cuidarla. Si estamos todo el día colgados de la teta tendrá una mastitis y se acabó la leche.