Opinión

Garoña se cierra: ¿Y Almaraz, Cofrentes, Ascó, Valdellós y las de carbón cuándo?

Nuclenor, la empresa titular de la central nuclear de Garoña, y participada al 50% por Endesa e Iberdrola, se ha quedado sin ese chollo gracias a la decisión del Gobierno, pero esta supuesta buena noticia vendida por el Ejecutivo del PP como la panacea de la modernidad, no aporta absolutamente nada al problema real de fondo.

Ni que decir tiene que es bueno su desmantelamiento, dado que ponía en jaque a todo el Valle del Ebro, su población, su industria, su entorno y todo, pero a esta realidad que ya le está llegando al emporio de la energía, hay que ponerle cota y más limitaciones, porque la necesidad real que tiene España es la de declararse país libre de energía nuclear,
y cerrar, cuanto antes, las centrales de Almaraz,
Cofrentes, Ascó y Vandellós. Y, del mismo modo, cerrar las centrales de carbón, por mucho que interesen a las zonas mineras.

Cualquier otra alternativa es una entelequia y, a la postre -y en beneficio de esos mangantes de siempre- perjudicar al sector de las renovables y no permitir generar energía limpia, creando, a su vez, infinidad de puestos de trabajo.