Opinión

Que el final se vislumbre más cercano cada día

Ni en una de nuestras peores pesadillas hubiéramos imaginado que podríamos llegar a los momentos que hemos vivido y nos están tocando vivir… la Navidad más extraña de los años que llevamos vividos. Un virus, un ente desconocido que llega de Oriente (de qué me suena a mí esto), nos ha trastornado la vida a todos en 2020, el que parecía que iba a ser un año redondo ha acabado resumido en un arranque de vértigo y 10 meses aciagos de lucha contra una pandemia.

¿Y qué va a pasar estas Navidades entonces que la hace tan “dramática”? Pues a nivel Global, hay una crisis, mucha gente lo está pasando mal, sin trabajo, otros con exceso del mismo, en hospitales, residencias, cuidando de los que lo necesitan; en las familias, en las casas. Como todos los años, habrá personas que sufren, que están solas, o simplemente que no disfrutan de la Navidad… pero, ¿y el resto?

Pues a los demás nos queda la obligación de asumir con la mejor de las sonrisas que estamos viviendo una batalla, y a cada uno nos ha correspondido un papel en la multitud que ha de plantar cara al enemigo, porque hasta quedarte en casa con tu núcleo más cercano, y cambiar totalmente los hábitos respecto a otros años en lo que son las celebraciones propias de estas fechas, es poner tu granito de arena para que a la tropa que está en el frente la lucha le sea más leve y el final se vislumbre más cercano cada día.

El futuro pinta bien, se han tomado decisiones difíciles y muy duras pero a la vez necesarias y acertadas, con el objetivo de que nadie quede atrás. Vemos cada vez más cerca un futuro esperanzador, tomemos esto como aquella historia que en nuestros miedos de niños nunca quisimos vivir, pero la vida nos ha plantado en ella.