Parece, que dentro de la tragedia que nos asola esta, se ha convertido en un mercado de fungibles relacionado íntegramente con ella. Las mascarillas, vacunas, test, y por derivada, farmacias, incluso dentistas y consultas particulares más activas que nunca, debido a los daños colaterales. Nada que reprochar, cada uno es libre de hacer con su dinero lo que quiera y ante el miedo y desconcierto al contagio, muchos optan por estas soluciones más personales.
Dentro de este mercado continuo de vacunas, de empresas que las fabrican más y mejor, están también los roles de posicionamiento ejercidos por los países que quieren ser punteros no solo en distribución, si no en conocimiento. ¿Porque no trabajar en el estudio de un fármaco que acabe con el virus en vez de una vacuna? Las noticias del día a día parecen de tebeo, no sacan 6 dosis porque no tienen jeringuillas fiables, fabricando en España las mejores.
Pronto las asociaciones de perjudicados por el covid demandara en masa al gobierno, porque el perjuicio esta creado a pesar supuestamente de tener un remedio, como la vacuna. ¿Por qué no se ha vacunado masivamente como en otros países? ¿Puede tener este retraso una responsabilidad civil o penal? ¿Cómo es posible que primero no se vacune al personal médico?
El gobierno actual no está poniendo las herramientas necesarias para una inmunización rápida y continua de los españoles. El presidente, parece ser aliviado al trasmitir el peso de la pandemia a las CC.AA. pero los supuestos equipos de investigación nacionales tampoco trabajan en paralelo para determinar analizar y validar las vacunas que se están utilizando.
Los programas de seguimiento, deben de ir de la mano de los usos y experiencias adquiridos para saber, si lo que se está haciendo tiene todas las seguridades.
En los años venideros, nuevos programas de conocimiento deberán ser creados para apoyar la investigación médica en este campo. La población espera y desea, un poco de tranquilidad convertida en esperanza de futuro a la vez que sobrevivimos día a día.
