Opinión

Negro sobre rojo

El tiempo político en Navarra, ha trascurrido estos 12 últimos años en un trabajo oculto que el propio bipartidismo nacional, ha propiciado y que ha beneficiado al menos indicado. Esta, que sería una reflexión general de cómo los partidos minoritarios aupados en su suma, han sido llave de gobiernos nacionales y autonómicos así con ese poder, han logrado recursos y expansión.

La situación política nacional o foral, no distan ni de actores ni de objetivos por lo que a tenor de las fórmulas que progresan en otros países europeos, este gobierno tiene el futuro corto. En una Europa donde se vigila el gasto y se controla la deuda, no cabe un gobierno que no genere riqueza y que reduzca deuda.

El problema más grave, es la intención de voto hacia partidos que en su programa político, no llevan capacitación para generar tejido industrial, reducir la fractura social y recuperar los derechos sobre el medio ambiente, algo que nos pertenece. Esta intención de voto sumergida, silenciosa, ha dado la tercera parte del voto navarro, algo que si los partidos mayoritarios hubieran contrarrestado, no se hubiera producido.

En estos momentos cuando unos y otros le han visto las orejas al lobo, es cuando hay que actuar para recuperar Navarra y el país, recuperar esa opción de voto desde la pluralidad y trabajando por aquello que como ciudadanos nos afecta en el día a día, alejado de grandes políticas que al final se diluyen en consejos y propuestas fallidas.

Navarra, necesita ser renovada políticamente buscando el punto de unión con capacidad para aglutinar las ¾ partes de los votos navarros, para esto, hace falta mucha pluralidad, capacidad negociadora y sobre querer, querer recuperar nuestros privilegios de comunidad foral. Los ciclos políticos donde los países o gobiernos tocan fondo, ofrecen una imagen que debe de servir para el futuro y enseñan cosas que de otra manera nunca se ven.

Estos límites de fractura social, de baja estima económica, incluso de agotamiento general, enseñan a los nuevos ciclos el camino a seguir para no volver a caer en los mismos errores. Las personas se muestran únicas artífices de la actualidad política y a ellas les corresponderá responder en tiempo y forma ante la ciudadanía, esperemos sea pronto.