Opinión

Incertidumbre cargada de esperanza

Estamos ante algo desconocido, no solo en el ambiente medico si no también, en el psico–emocional. Esta pandemia, está afectando de manera diferente a la población. Los primeros estudios, empiezan a revelar la incomprensión de los más jóvenes y su recelo a unas normas impuestas para ellos limitantes y restrictivas. En los próximos días, se acerca el periodo escolar donde, tendrán que volver a formarse, en aulas donde el espacio vital es reducido. Alumnos y profesores correrán la misma suerte, debido a la ya más que probada rapidez y eficiencia en el contagio de este virus. Creo, que los padres estamos preparados para enviar a nuestros hijos al colegio. Los profesores, están preparados para impartir sus clases y nuestros hijos, están preparados para seguir con su desarrollo personal y docente. 

Desde nuestras casas, formaremos a nuestros hijos a cumplir todas las medidas higiénicas sanitarias a nuestro alcance para minimizar riesgos y en los centros los profesores, harán lo propio. Lo dijo el abuelo “nunca puede ser peor el remedio que la enfermedad “miremos al futuro con ilusión y respeto, por nosotros y por ellos.