Recientemente bajo un sondeo en Navarra, surgió un titular que casi igualaba a concejales de Bildu y UPN en el ayuntamiento de Pamplona. En sí, esta noticia después de todas las que estamos acostumbrados a oír en precampaña electoral no es de especial impacto. Me gustaría pensar que esa encuesta en su mayoría, se hizo a aquellos más jóvenes que desconocen la historia de lo vivido en Navarra y que por lo tanto, movidos por ese espíritu de rebeldía muy común en esos años, han decidido votar esa opción.
La humanidad, se define como aquella sensación y sentimiento para con los demás, que nos diferencia de los animales entre otros seres vivos. La capacidad de sufrir, querer, perder, todas estas condiciones y situaciones están dentro de nuestro aura de humanos. Ya no estamos hablando de opciones políticas, ni de lenguas o algo puramente social, estamos hablando de nuestra condición de humanos que en este caso, se pone en valor.
Significa que la mitad de los pamploneses apoyan a los que cuestionan los fundamentos de esta humanidad, a aquellos que infringen las líneas de lo socialmente vulnerable. Nadie, puede entender esta respuesta ante la pregunta de la encuesta solo desde el desconocimiento de lo que pasó durante tantos años en Navarra, se puede llegar a esta situación.
Es el mismo prisma, desde donde se mira el anuncio del otro día en el que se decía, que un porcentaje de navarros aprobaba la gestión de Chivite al frente del gobierno. Espantada de empresas, ruina en el estado medico, falta de gestión a todos los niveles, Navarra quemada, casos de corrupción, mascarillas, pactos con la independencia de otras comunidades y así un largo etc. Entonces ¿qué nos va a quedar? Abandonar nuestra tierra, dejarla en manos de aquellos que se han propuesto arruinarla, ¿Quién va a generar riqueza para que la sociedad media y obrera pueda mantenerse?
Aquí ya no se habla de política, sino de realidad aplicada al sentido común de las cosas, como por ejemplo que nos estén metiendo un idioma que solo hablan un mínimo de navarros y que aun encima lo pongan como plus en una oposición, dejando al idioma mundial a un lado, es para temblar. Es todo un cumulo de sin razón que sin tardar, mostrara su cara y consecuencia más triste.
Solo informando, formando, y trabajando, se podrá salir de esta, donde se recupere el espíritu de sacrifico para trabajar y no para recibir a costa de nada, donde el respeto hacia lo más común y usado, prevalezca sobre utopías partidistas cargadas muchas veces de hipocresía y odio.
