Ante un escenario sanitario sin precedentes sufrimos además, la vulneración como ciudadanos de nuestra principal herramienta para juzgar las acciones diarias, el sentido común. La clase política española demuestra estos días, lo que es capaz de ofrecer al ciudadano alejándose de lo que de verdad necesitamos. En un tiempo, donde nuestros recursos económicos y sociales están tan debilitados, los que se creen grandes estrategas de la política, son incapaces de buscar vínculos y tender puentes para salir de este, gran agujero.
La mayoría se llenan la boca de lo que han hecho y harán pero la imagen real es nefasta y mezquina, ya que choca de frente con la realidad. “Que difícil” es el reparto del poder, “que imposible” es negociar una solución, aunque sea transitoria para salir de esta situación tan preocupante. ¿Cómo? se puede aspirar a presidir o dirigir el gobierno de un país, cuando si estando en el mismo lado hacen volcar la barca. Los políticos de este país ,deben de cambiar las estrategias para alcanzar pactos aunque sean encubiertos para lograr darle la vuelta a esta situacion.La confianza genera ilusión y la ilusión recuperación, el triste y lamentable espectáculo que han ofrecido ciertos políticos en el hemiciclo deja de manifiesto el nivel de gestión que tenemos.
La posibilidad de la tecnocracia, tecnócratas, gestoras profesionales que al margen de un color, programen una salida honrosa a esta situación tampoco se debería descartar. Puede ser que vivamos tiempos de dureza social ya que muchas familias, se quedan sin recursos bajo un gobierno centrado en ofrecerlos a otros menesteres. El punto de encuentro muchas veces, hay que fabricarlo no para obtener resultados a corto plazo, si no para ganar la batalla. Más que nunca por nuestro país, por nuestro futuro, necesitamos que los dirigentes en el mismo lado del barco, se junten para equilibrarlo e impedir que se hunda, ya habrá tiempo de diseñar repartos de poder en el futuro. Estas faltas claras de condición política, contrastan con un número pequeño de políticos que bañados en realidad ofrecen una imagen más real y sensata.
Es difícil entender como estando tan arriba y teniendo una visión tan amplia de lo que ocurre, no cambian, no actúan, de otra manera para forzar el cambio por ellos y por nosotros. El tiempo de pensar que esto cambiara ha pasado o cambia ya, o nos vamos a ver en una situación preocupante a todos los niveles. Solo espero y deseo que aquellos que tengan posibilidad de detener esto, lo hagan con visión clara, ilusión, y justicia.
