Parece del todo cínico, que el presidente del gobierno diga que hay que reforzar la compresión lectora cuando de alguna manera, él es el responsable del momento actual a nivel socio-comunicativo. En un estado donde el libertinaje social en muchas de sus formas pierde la referencia de las normas a seguir, es fácil que se sufra un retroceso emocional- comprensivo debido al alto número de variantes existentes y a la nula informacion acerca de ellas.
El lenguaje inclusivo en todas sus formas es un ejemplo, ¿sería capaz alguien de perder compresión lectora si lee todes o elles? la respuesta es evidente. La juventud en etapas de formación con tantas opciones para disponer de la respuesta, falla en lo más importante la compresión de la pregunta. Estamos de alguna manera diagnosticando que los métodos que se venían empleando en materia de formación y educación desde hace 50 años, eran buenos debido a la uniformidad de criterios y orden ministerial al respecto. La competencia de educación, quizás nunca se debería haber traspasado a las autonomías ya que esa libertad, todavía se pronuncia mas dependiendo de la comunidad que venga.
La compresión lectora es lo más importante de la cultura lectiva sobre todo para entender lo que se quiere decir en el trazo escrito. El intentar asociar los problemas matemáticos a la comprensión del texto, es porcentual, máxime cuando la compresión lectiva –narrativa se aleja de las capacidades para formular o descomprimir tablas numéricas. ¿Puede haber un grado de implicación de compresión lectora en el desarrollo de un problema matemático? Sí, pero después de comprenderlo ¿hay una capacidad matemática para desarrollarlo?
Estamos ante una más de este gobierno que ha dilapidado en poco tiempo los logros conseguidos en materia de formación y educación con un alto valor de capacitación en UE. Nuevas partidas, nuevos puestos, pero seguro que no se vuelve a lo que funciona y nos trajo hasta aquí, el rigor y el respeto acerca de lo que necesitamos como sociedad unida.
