Opinión

Un proyecto de futuro para la Ribera

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Todos sabemos que la Ribera se encuentra fuera de los modelos, planes moderna, o estrategias para el desarrollo socio-económico de Navarra, desde hace más de 20 años.  Y este desencaje tan absurdo, ha sido desarrollado por todas la opciones de gobierno tenidas hasta la fecha, con mayor o menor responsabilidad de partidos, organizaciones empresariales y sociales y estructuras de toda índole, sin entrar en su concreción, a la espera de ver qué medidas toma el nuevo gobierno de Navarra cuatripartito, por eso de los 100 días de cortesía.

Pero indistintamente de lo que ocurra con el nuevo gobierno, lo cual ocurre cada cuatro años como máximo, la lección después de tantos lustros que debemos aprender, es que sólo la unión, la forja de un proyecto propio, y su defensa como una sola voz ante el resto de Navarra es la única vía posible. Hasta ahora, los riberos hemos ido a todas partes divididos, aislados unos de otros, cada pueblo por sí mismo, cada empresa con su alcalde, como máximo, cada organismo estructural con sus problemillas,

y siempre hemos obtenido la misma respuesta. Uno a uno nos han dado de lado. Y en tenernos divididos las instrucciones y las medidas han sido claras y concretas desde todas partes de Navarra.

En la Ribera sólo debe existir una voz, -que es la Ribera Navarra, en sí misma, el 25% de Navarra-, que necesita encajar en los proyectos y recursos de Navarra. Aquí  no hay tudelanos, corellanos, cortesinos, lodosanos o peralteses… aquí sólo debe haber riberos. Ahora no es tiempo de pelearnos por la sempiternas ideologías de derechas e izquierdas, de tener miedo a los rojos o azules, a los vascos o a los españoles, a los neoliberales o foralistas. Ahora sólo hay tiempo de construir IDEAS para trabajar todos juntos por resucitar nuestra ciudad, nuestra ribera, con todos sus barrios o pueblos, con sus vecinos y sus gentes, con sus empresas y sus trabajadores.

La Ribera entera debe tener una sola voz que diga que Navarra no va a ninguna parte sin nosotros, que convenza, no a los gobiernos, sino al resto de los navarros principalmente, que una Ribera fuerte y desarrollada es imprescindible para todos.

Que la Ribera sí está en el mapa geo-estratégico, y con ella Navarra. Que su TAV o Tren de Altas Prestaciones, sus autopistas, sus conexiones energéticas sí están en Navarra, pero no pasarán nunca por Pamplona, pero sí por la Ribera. Que la Marca Tudela, que fue la primera y principal marca de calidad agroalimentaria de España, es de toda la Ribera que necesita recuperarse con Denominación de Origen, y no competir con la marca Navarra, porque la marca Tudela es Navarra. Que la descentralización de la administración de Navarra, y el dotar a Tudela de unos servicios de capitalidad para toda la Ribera,  no es una paletada de pueblo, sino una necesidad de vertebración entre navarros. Que de esta situación de nuevo orden socio-económico mundial sólo saldremos pedaleando todos los navarros juntos, y no peleándonos por ver quién se reparte o coloca mejor ante la caja de una Hacienda Foral sin futuro a medio plazo.

Convenzamos y exijamos a toda Navarra que los riberos sabemos lo que queremos, y que esto es imprescindible para que Navarra y la Ribera vuelvan a tener futuro más allá de los simples pelotazos de los listos de siempre.