Opinión

Organismo de colaboración y referendum ribero

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En mis años jóvenes, este articulista fue uno de los responsables de poner en marcha el Plan Estratégico de la Ribera del 93 al 96, que pretendió convertir a la Ribera en el segundo Polo de Desarrollo de Navarra. Para tal función fui contratado por el Consorcio EDER, que acababa de constituirse como motor de dicho PER, como director y responsable de los aspectos de publicidad y comunicación de múltiples proyectos, entre los que cabe resaltar el complicado encargo de convencer al Gobierno de Navarra de las potencialidades turísticas Riberas, y que hasta hoy en día ha supuesto una de nuestras actividades económicas de mayor pujanza.

Y desde ese asiento, fui testigo de cómo, llegado el año 96, casi todos los proyectos contenidos en dicho plan fueron abandonados. Años después se dijo que las principales fuerzas políticas y económicas de Navarra decidieron establecer un modelo estructurado en base a un solo punto de inversiones y desarrollo en la cuenca de Pamplona, abandonando todas las demás. Durante años he preguntado en reuniones de AER, políticas y tertulias, si esta decisión es oficialmente cierta, y en ningún caso la respuesta fue de negación de la misma. Nunca se dio a conocer los estudios que avalaban semejante burrada de modelo de desarrollo para navarra, pero los efectos los tenemos 20 años después.

Ahora se nos ha presentado el PEC para Tudela, que será seguido por un nuevo Plan Ribero. Y las dos preguntas que hice en el primer artículo de esta serie me parecen esenciales: ¿Cuáles fueron las razones para que el anterior plan fuera abandonado y nunca intento aplicarse a partir del año 96? ¿Qué hemos aprendido de aquel fracaso para evitar que vuelva a suceder?

"Es necesario que se establezca un plan...

Definir un auténtico proyecto de desarrollo común con una sola voz..."

Como nos ha enseñado la experiencia, el tener un plan o proyecto claro no es garantía de que él mismo sirva para algo si la voluntad de los agentes capaces de realizarlo no existe, o esta cambia en algún momento. Por tal motivo es necesario se establezca, no una simple hoja de ruta, sino una clara decisión por todos los riberos de exigir y convencer de que este camino dibujado en el plan debe ser llevado a cabo.

Y para ello propongo la creación de un organismo de colaboración ribero, formado por todas las fuerzas políticas, sociales y económicas riberas interesadas, con el principal fin de celebrar un referéndum o consulta ciudadana entre todos los riberos para aprobar los objetivos y medios necesarios capaces de generar una recuperación de nuestro futuro como riberos y como navarros.

Un organismo responsable de velar por la obtención de los objetivos previstos.

Definir de este modo un auténtico proyecto de desarrollo común, y así, con una sola voz, trasladar los mismos a cuantos organismos e instituciones estén involucrados en los mismos, y poder exigir electoralmente llegado el caso.

En definitiva, un espacio de encuentro e ilusión donde los riberos volquemos unitariamente nuestros esfuerzos, y nos protejamos de decisiones tomadas, con ya ha pasado, contrarias a nuestro futuro.

Ángel Guillén

Empresario ribero