Opinión

El carro atascado sólo se mueve empujando todos a la vez

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Mientras la llamada Troika Europea se cansa de recordarnos de que es imprescindible un recorte de 10.000 millones de euros en los presupuestos nacionales y que el aumento de deuda no es admisible para este lado del pirineo, las bolsas del mundo se tambalean con caídas históricas, y los bancos como el JP Morgan (2º más grande del mundo), la Societé General (Francés), el Royal Escocia Bank (Inglés) y el omnipresente Georges Soros hacen públicas sus recomendaciones a clientes para salir de todo producto financiero e inversiones no catalogadas como de primer nivel... en España y Navarra nos hayamos inmersos en lo que es tan propia de la piel de toro en que vivimos, que no es otra cosa que tirarnos los trastos unos a otros.

Mientras el mundo se acobarda ante el fin de la era industrial con los cambios que supone el nacimiento de una nueva era tecnológica, y en las empresas 4.0 productivas del futuro, no tienen cabida las personas, los españolitos nos dedicamos a pelear por la gobernabilidad no se sabe de qué. Si de la caja endeudada de Hacienda, por el sillón en la Cámara Alta, porque yo soy más listo y guapo que tú, por posicionarse para pillar cacho en el reparto de lo que sea, etc. Mientras nos dicen que la economía española es ahora la locomotora europea, las huelgas francesas inundan las calles, y los países civilizados del norte se preparan a cerrar fronteras ante la avalancha de africanos islamistas que huyen de guerras que no organizan y proveen ellos, en España hay que trabajar por 2 cuartos que no te permite comer todo el mes, la caja de las pensiones se agota, la sociedad de consumo desaparece, y la clase media, garante de la estabilidad, agoniza.

"La sociedad de consumo desaparece y la clase media agoniza"

Pero, ¡que siga el espectáculo! como pantalla para no arrimar el hombro en las auténticas necesidades.

En la Ribera y Navarra ocurre algo semejante, y parece que mientras los nuevos gobernantes y administradores de la cosa pública (local y del Reyno)  no acaban de reponerse del susto de actuar con las miserias de una Hacienda colapsada, un modelo de desarrollo agotado e inviable, y un sinfín de gritos exigiendo el mantenimiento como sea de su status quo, y tal susto les ha sumido en un espasmo de inacción objetiva, los antiguos gobernantes y señores de toda Navarra y Ribera no cejan de gritar y tirar los trastos a la menor oportunidad real o inventada.

Y es que, ¡caballeros! cuando un carro se queda atascado la única solución es bajarse del mismo, ver qué ocurre, analizar la situación, y empujar entre todos para que el carro vuelva a moverse. Ya sé que es mucho pedir, pero el carro es cabezón, no este pequeño empresario, y no se moverá mientras tanto. Y las empresas seguirán cerrando con la economía y calidad de vida estancada.

Pero desgraciadamente, como hizo famosa la parlamentaria de BILDU sobre el Gaztambide, “es lo que hay”, concepto derrotista muy de moda desde hace más de 10 años, horrible donde los haya, es lo que los Riberos y Navarros debemos combatir. Lo que debe haber son los huevos de los navarros “pa tirar p’alante”, y basta de incompetencia y tanta pavada.

Ángel Guillén

Empresario ribero