Opinión

¿Es corrupción regalar un máster?

Este país donde el PP, es el primer partido imputado en la democracia por sus prácticas corruptas también tiene tentáculos en la Universidad Pública. Rey Juan Carlos.

Desde que el Diario.es sacó la noticia de que la Sra. Cifuentes tenía un master de dudosa credibilidad, no han dejado de opinar en los medios de comunicación personas que,  conocen lo que es la Universidad Pública RJC porque trabajan en ella. Desmontando las cosas que dice esta buena señora y la cohorte que lo justifica.

 El catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, Manuel Villoria hace unas declaraciones a Diario.es que no dejan indiferentes al lector. ” La constante relación de cargos y carguillos del PP con la universidad, está destrozándola”  No deja de ser lapidaria la frase.

Pero es que hay mas opiniones al respecto.” Han convertido esta universidad en el basurero académico del PP”

Lo tremendo de todo este asunto es el miedo que reconoce parte del profesorado  y que hace que sólo el catedrático de Ciencia Política y de la Administración, de la cara y permita publicar su nombre.

En otro momento de la entrevista el Sr. Villoria dice que, desconfía de la investigación abierta por la universidad ya que será realizada por funcionarios y éstos están sometidos a la presión de la jerarquía universitaria.

Ante esta situación y el silencio casi dramático del PP al no salir en tromba como acostumbra para apoyar a la Sra Cifuentes, cabe reflexionar varias cosas.

En este país algunos políticos creen que engordando su curriculum aportan un plus a su responsabilidad como gestores de lo público. Lo que les falta de capacidad, sensatez y honestidad, al parecer lo llenan con falsos estudios.

Ese ánimo de “ titulitis” estúpida no elimina la incompetencia. Ni los hace más eficientes. Al revés, lo que se busca algunas veces es medrar en el presente y futuro con las llamadas puertas giratorias, que de eso saben mucho los actuales gobernantes.

No gestiona mejor lo público quien más títulos posea. Me remito a dos ejemplos que lo desmienten. El señor José Mújica y el señor Lula da silva.

La educación y la universidad como espacio asociado al estudio, al pensamiento y al descubrimiento científico, se debe preservar del interés personal y partidista.

La corrupción se puede instalar en cualquier organización, hasta en la propia universidad, siempre que se cuente con los que se dejan corromper y los que corrompen. Que el espacio del conocimiento científico esté a salvo de que esto ocurra, está en manos de quien lo gobierna.

Es urgente que este asunto de la universidad pública quede a salvo de cualquier sospecha.

Si en un tiempo razonable la Sra. Cifuentes no aporta datos que eviten sospechar del amaño de su master, debe dimitir si le queda un mínimo de vergüenza.