Terminadas las primarias en el PSN, Chivite se consolida como el continuismo de una política fracasada, antigua y opaca en la Nación Navarra. Quizás a los socialistas de cartón les moleste el termino Nación para denominar a Navarra, no así el de Reino.
En el debate con la otra candidata, Chivite expuso muy claro y contundente el rechazo al diálogo con los Radicales de izquierdas tal como lo hiciera su compañero antaño Gabriel Urralburu, lo que no dejó tan claro fue los acuerdos pos-electorales con sus socios de la extrema derecha. Dejando a un lado la deriva ideológica de un partido tocado por la corrupción y el engaño a sus votantes, Chivite afirma, como Rajoy, que se han equivocado y que, a partir de ahora, transparencia y compromiso.
Señora Chivite “Ojalá“. Ya puede comenzar, si así lo desea, y explíquenos cuántos socialistas han cobrado y cuánto de la desaparecida CAN. Explíquenos por qué han colaborado con la persecución política contra la lengua navarra en la Ribera, díganos por qué han participado en el saqueo a la clase trabajadora, reponiendo las arcas de los saqueadores, llámense Bancos y dígame cómo van a resarcir a los millones de ciudadanos que están en el umbral de la pobreza o al límite de ella.
En su intervención en el Senado criticó duramente la corrupción del PP ante Rajoy, pero explíquenos qué estaban negociando de hace meses con el PP ustedes. Un pacto anticorrupción. La corrupción se negocia entre partidos. Por qué no hacen lo que les piden los ciudadanos.
Denuncien a los corruptos y oblíguenles a que devuelvan al pueblo lo que han robado, “aunque sean de los suyos” Si hay algo que no se puede negociar es el robo a los ciudadanos. Por último, ustedes llevan circulando por el carril derecho durante décadas en Navarra y ahora quieren cambiar de carril, no por convicción, más bien porque ven como les pasan a velocidad de crucero, (como diría su colega Montoro) otros partidos. El problema es que cambian continuamente de carril para estar delante y van a tener un accidente grave con tanta maniobra.
