Opinión

"Puto negro"

Termina una liga de fútbol convulsa con la victoria del FC Barcelona ("putos catalanes"), el subcampeonato de Osasuna en la copa ("putos vascos, etarras, terroristas") y el ganador de la Copa con Vinicius como ("puto negro y mono"). La situación actual del futbol de élite en España ha traspasado todos los límites habidos y por haber, y no, esto no es ninguna casualidad. 

Mirar a otro lado en categorías regionales o de menores de edad, reírse o apoyar a personas trastornadas que ejercen el odio y el insulto en los estadios es, ni más ni menos, que colaborar con esta dinámica. Los aficionados tenemos que señalar y condenar todos estos comportamientos. Los niños pequeños comparten alegrías y tristezas sean del color que sea su piel o su religión. ¿Cuándo surge el germen? A mi juicio, el elitismo, el narcisismo, el yo yo y yo, es una enfermedad social que cultiva la falta de respeto, la crisis del pluralismo y el desprecio a los derechos básicos. Esto tiene el mayor exponente en los mayores escaparates, redes sociales, estadios, cargos políticos o medios de comunicación entre otros.

Los deportistas de élite tienen una enorme responsabilidad también, ya que son el espejo de niños y niñas que los idolatran. La vacuna contra esta pandemia ni está ni se espera. De nosotros depende acabar con esta lacra de racismo e intolerancia.