España, o el estado español, según gustos, debe ser rebautizada urgentemente. Una buena denominación pudiese ser ‘el país de los tontos’ o, como decimos en la Ribera, “de los dejaos”.
Y esto se debe, claro está, a que en tan poco espacio-tiempo salen listos como setas en el bosque.
Los famosos papeles de Panamá sacan a la luz de nuevo una evidencia que, por reiterada, no deja de ser triste y paradójica. Triste porque los currelas ven de nuevo a dónde va el esfuerzo de recortes, sufrimiento, impuestos y bajadas salariales. Paradógico, por estar en plena campaña de Declaración de la Renta y en los prolegómenos de un nuevo fraude electoral. Borbones, Francos, banqueros, políticos o artistas de diferentes gremios, todos con un denominador común, el amor a la patria y a la unidad de España, conforman la inmensa lista de empresarios panameños ficticios. Mañana, cuando paguemos nuestros impuestos en algún banco hispano-panameño, nos tomaremos un café en el bar de al lado y lanzaremos insultos y despropósitos contra vascos, catalanes, rojos o contra árbitros de fútbol y concursantes de gran hermano... Lo dicho, no espabilamos ni a tortas.
Alfredo Gil ‘Txiki’
Trabajador
