Opinión

Mar de virus

Según nos cuentan estamos ante la segunda ola, algunos dicen que es la tercera ola de coronavirus. Modestamente, sin la facultad científica que se requiere me lanzo a la piscina y opino. Opino que esto no va de olas, más aún creo que no hay olas en esta pandemia. 

Mi teoría, no contrastada y arriesgada, es que tenemos suelto un virus que nunca se ha ido, por eso digo que no ha vuelto. La ausencia de vacuna y fármacos baratos masivos, eficaces hace que el riesgo haya sido, es y será permanente. Contra esto, solo cabe seguir las recomendaciones sanitarias, extremar las medidas y mantener los contactos sociales, familiares, etc., a la mínima expresión. 

A pesar de todo y, aún así, todos estamos expuestos a contraer la enfermedad. Culpabilizar a sectores económicos, empresas, hostelería, comercio o industrias es un autentico despropósito (yo no percibo esa criminalización de ningún sector empresarial y productivo). 

La utilización por parte de políticos, partidos, personas de la calle, empresarios, etc., de atacar a las administraciones públicas por las restricciones, cierres, etc., desde el punto de vista económico me parecen legítimas pero equivocadas. 

La falta de escrúpulos para utilizar esta dolorosa situación, hacer oposición política y calentar a los ciudadanos, me parece de miserables, sean quienes sean los que actúen así. 

Las restricciones, controles y cierres, dolorosos, duros, drásticos, desde el punto de vista sanitario, son imprescindibles, llegan tarde pero son inevitables. 

Estamos de nuevo mal, muy mal, todos lo sabemos. Solo unidos, evitaremos males mayores de los que se avecinan. Parados, enfermos, familias separadas, muertos, ruina económica y familiar. ¿No es suficiente este dosier, para comprender que el enemigo es fuerte y tenemos que entrar todos en esta dura batalla? 

Ánimo y fuerza.