Aforrados

No es un error ortográfico de los que a veces se me escapan, aforrados es un nuevo término que quiero acuñar, y se refiere a las ventajas de políticos indecentes para escurrir el bulto de sus fechorías. No lo digo yo, lo dicen últimamente asociaciones de jueces y fiscales que piden que les desaten las manos para agarrar a los corruptos.

Aforrados son aquellos políticos de diversas tendencias ideológicas, fundamentalmente de derecha rancia y arrogante, que han aprovechado sus cargos públicos para hacer fortuna con el dinero y el esfuerzo de los ciudadanos.

Ahora, tras los numerosos escándalos, todos hablan de regeneración democrática y de medidas para que esto no vuelva a suceder, pero no se ponen de acuerdo en las medidas que se deben tomar.

¿Por qué no hacen caso a la gente? Eliminación de privilegios y artimañas legalistas, devolución (íntegra) de lo robado a las arcas públicas, garantías y control sobre el uso de fondos públicos y transparencia absoluta en los gastos e ingresos de las administraciones públicas.

¡No a los aforrados!

Alfredo Gil ‘Txiki’

Trabajador