Opinión

El reto de la modificación de la actual planta local

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Los gobiernos municipales salidos de las últimas elecciones han cumplido sus primeros 100 días de mandato y ahora acaba de renovarse la FEMP, por lo que ya tenemos operativos a los actores principales para el inicio de la X Legislatura de los Ayuntamientos democráticos tras la aprobación de la Constitución. Y ello podría ser un punto de inflexión que nos lleve a replantearnos el futuro de nuestra Administración Local.

Estos días oiremos hablar de reforma local, de financiación local, que es una ley que ningún Gobierno se ha atrevido (o ha sabido) acometer, Incluso del futuro de los servicios sociales, que deberán ser asumidos por las Comunidades Autónomas a finales de año y para lo que ninguna tiene capacidad económica, ni se están preparando, o lo que es más grave, no tienen interés en hacerlo. Y seguro que habrá cambios, pero si hay algo de largo alcance que debe afrontarse desde el principio es determinar si lo que se quiere es reformar, legislando para los Ayuntamientos “minifundistas” que tenemos; o transformar, configurando otros que puedan hacer frente a las necesidades de este Siglo XXI.

Ese reto es la fusión de Ayuntamientos. Se trata de una cuestión difícil, quizás dolorosa, pero inaplazable. En España hay 8.121 Ayuntamientos de los que el 60 % tienen menos de 1.000 habitantes. Y ahora las necesidades de la población exigen unas respuestas que estos pequeños Municipios no pueden dar, con el resultado del abandono continúo del rural que provoca un empeoramiento aún mayor en las condiciones de quienes se quedan.

"La fusión de ayuntamientos es una cuestión difícil, quizás dolorosa, pero inaplazable; en España hay 8.121 ayuntamientos, de los que el 60% tienen menos de 1.000 habitantes"

Soy consciente de que esto conlleva un gran sacrificio no sólo político sino personal pero que tendría una satisfacción final impagable ya que el que algunos tengan que dejar la política local sería a cambio de un aumento muy significativo del nivel de vida de sus vecinos.

Si se cumple este reto supondrá un gran paso en la transformación en esos nuevos Ayuntamientos con la mirada puesta en el 40 cumpleaños que se producirá al final de esta Legislatura y que debería ser definitivamente la entrada en una nueva era del municipalismo moderno que nos equipare y homologue a nuestros socios europeos y dé esas respuestas a las necesidades y exigencias de la población.

Y para ese viaje deberíamos contar todos los agentes que intervenimos en la Administración Local: políticos, técnicos, estudiosos, habilitados nacionales. Pero también el Gobierno debe arrimar el hombro y devolverle a la Administración Local la dignidad que le corresponde, ya que ahora ni siquiera cuenta con una Dirección General cuando si observamos el organigrama gubernamental otras áreas con mucha menor trascendencia cuentan, incluso, con una Secretaría de Estado.

Alejandro de Diego

Secretario Admon. local