Opinión

¡Que vengan cuanto antes!

En la vida, siempre ocurre que uno tiene ante sí las claves para resolver sus desdichas y, sin embargo, es incapaz de ser consciente de ellas y, muchísimo menos, de dar con los obvios pasos que corregirían su erróneo camino para desmontar y enderezar sus problemas.

Curiosamente, en la economía ocurre lo mismo. Por ello, ahora que nos encontramos ante una gran encrucijada, sorprende que se siga funcionando en clave política, con dimes y diretes absurdos y caducos.

La Pandemia ha desnudado nuestras vergüenzas y ha precipitado el mal camino emprendido hace décadas por una social democracia inviable e insostenible per se, dados sus vicios y graves errores de origen, a pesar de su límpido espíritu.

Será el de la economía circular, u otro el modelo que nos saque de ésta, pero no el cortoplacismo perpetuo de esta sociedad de consumo del crecimiento perpetuo insostenible, bucle ante el que nos vemos sometidos ahora en este sistema apatrado en una clase política incapaz de convocar gobiernos de concentración para afrontar lo que nos viene, que nadie parece querer ver, cegados todos por la consigna y el mensaje simple y aguerrido del día a día, en el que sólo se pretende salvar las prebendas pasadas y actuales.

Así, a ver si tenemos suerte y los llamados Hombres de Negro vienen cuanto antes desde Bruselas para poner un nuevo orden que aquí hemos perdido o no queremos asumir, ni vía presupuestos ni por el sentido común y el del saber salir adelante cediendo todos.

¡La Fiesta se ha acabado! ¿No lo ven o prefieren apurar el último chotis antes del cierre?

Es un buen momento para cooperar, colaborar y crecer en otras direcciones que en nada se parecen a como hemos funcionado este último siglo... ¡Pensémoslo bien porque nuestro bienestar va en ello!