Con la edad, vamos adquiriendo conocimientos y experiencias. Aprendemos a caminar por la vida con más seguridad y escogiendo el mejor camino, aprendiendo de los errores cometidos, por lo que, con el paso del tiempo cuando llegamos a la vejez, somos capaces de sentirnos más felices a pesar de que, hayamos entrado en la última etapa de nuestra vida.
Después de leer varios artículos de especialistas de ciencias relacionadas con la Geriatría, vemos que los expertos siempre coinciden en destacar que ciertos cuidados y costumbres alargan la existencia, mejorando la felicidad y la calidad de vida de nuestros ancianos.
Según los expertos, entre los consejos para vivir mejor durante más tiempo están: realizar ejercicio físico a diario acorde al estado de salud; llevar una dieta equilibrada a la edad y al gasto energético y no hacer desequilibrios en el peso corporal; beber mucha agua, la hidratación en los ancianos les ayuda a que su organismo funcione mejor y por supuesto no fumar, ni abusar de las bebidas alcohólicas; vigilar los síntomas que nos ocurren en nuestro organismo, llevando los controles médicos necesarios; trabajar para seguir joven y fuerte a pesar de los años; y cultivar la mente y el cuerpo con actitud positiva y fomentar las relaciones con el entorno y el interés por la información.
Cada vez la esperanza de vida es mayor, por eso entre todos tenemos que intentar que se llegue al final con las mejores condiciones posibles y, en este trabajo, estamos día a día las Residencias.
Las actuales Residencias de Mayores trabajan con este objetivo, vigilando siempre a nuestros mayores, cuidando su salud física y mental, procurando que sigan en las mejores condiciones posibles de vida, estimulando su salud y relaciones con el tiempo, las personas y la sociedad. Tomando sus miedos con importancia, y sobre todo trasmitiendo mucho cariño e ilusión, fomentando la comunicación con sus compañeros de generación, y creando nuevos lazos y experiencias.
