Opinión

UPN se enfrenta a la realidad, pero cierra en falso su crisis

El Congreso celebrado este domingo por la formación regionalista UPN, regente del gobierno Foral desde hace décadas, ha cerrado en falso su división interna. La formación ha salvado la cara ante la realidad y sus electores, al reforzar a una presidenta del partido y del Gobierno en sus horas más bajas, no sólo por la situación económica sino por los articulados escándalos en torno a las dietas de la malparada y extinta Caja Navarra, pero eso no es suficiente. Si Miguel Sanz se equivocó nombrándola su delfín, ahora el partido deberá saber conducirse unido para afrontar no ya lo que resta de legislatura, sino para recomponerse y crear una candidatura solvente para los próximos comicios, que si el PSN y el resto de la esfera parlamentaria no lo remedian, tendrán lugar en mayo de 2015. De modo que queda tiempo para rehacerse y hasta para salvar la mala situación económica y de desprestigio político...