Opinión

Un Cristo mal pintado en Borja

Una señora de ochenta años, con buena voluntad, quiere recomponer una cara de Cristo sufriendo con la corona de espinas sangrando, pintura deteriorada, por el paso de los años y la humedad en la pared de una pequeña ermita en Borja Zaragoza.

Todos los años por estas fechas, se acercan romeros a visitar la capilla, y este año se han llevado la sorpresa de ver como cientos de personas, van para retratarse, con la cara desfigurada del Nazareno.

Las nuevas formas de comunicarse por los ordenadores,hace que en todo el Mundo la noticia haya salido por los medios de televisión, radio y prensa.

Y no por ser un pasaje, serio e importante del cristianismo, ha dejado de levantar un jolgorio espectacular en la gran masa, que ha dolido, a la iglesia católica y al ayuntamiento de Borja, que ven un insulto a sus creencias, por el poco respeto, con el que ha sido tratado este tema, poniendo en la cara desfigurada de Cristo a personajes conocidos en los medios, como el hijo de la Pantoja y otros para reírse de una Iglesia, que ha pisoteado los derechos humanos durante siglos.

Si esto hubiera ocurrido en los tiempos de nacional catolicismo, no solo hubieran tratado de que no saliera al pÚblico, la noticia, sino que inmediatamente hubieran, hecho actos de desagravio a nuestros Señor Jesucristo, tan mal tratado en la última semana de su maravillosa vida.

Gracias a Dios el pueblo soberano, ya se toma a broma, al falso salvador del mundo, y se ríe con buen humor, de una caricatura del falso Mesías, que sólo beneficia a los cuentistas de sacerdotes cristianos que viven durante siglos de esta gran estafa mundial.

Todo el fundamento cristiano, se tambalea por momentos ante los descubrimientos que la ciencia hace y que demuestran muy a las claras, que Cristo está mitificado para mayor gloria de Vaticanos corruptos y otros pastores protestantes, que también se aprovechan del Mito cristiano, para medrar y levantar sus edificios engañando a toda la humanidad doliente, todo aquel que hace proselitismo, de cualquier idea, pisotea la misma, sea Cristo, Buda, Mahoma o Abraham, Lamas incluidos.