Tudela

Un ausente muy presente

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Jamás me he perdido unas fiestas de Tudela. Nunca". Es la carta de presentación de Julián Vergara Casadabán, de 55 años, un tudelano afincado en Vitoria desde los 21. Con estas credenciales, cualquiera podría pensar que se trata de un Tudelano Ausente atípico, un 'rara avis' entre el historial de homenajeados por la Peña El Brindis. Sin embargo, y pese a que contrarresta su 'ausencia' durante buena parte del año con un amor a su ciudad fuera de toda duda, Vergara asegura que echa "muchas cosas de menos".

El sol es una de ellas. La luz del sol de la Ribera, reflejando el paisaje arbolado de las riberas del Ebro en sus aguas. "Vitoria es una ciudad preciosa, muy cómoda, accesible y limpia, pero el clima no acompaña", confiesa Vergara, quien también incluye a su mujer, Encarni Betolaza, vitoriana, pero convertida al 'tudelanismo' gracias a los años vividos junto a su marido.

Contagiar a todos los que conoce de lo mejor que le ha dado Tudela, es una de las máximas de este gerente de una empresa de Reprografía y Diseño Gráfico en la capital alavesa, y ex futbolista. El fútbol fue el que le llevó a dejar Tudela. Después de militar en las categorías inferiores del Tudelano y en el Muskaria, Vergara probó suerte en el Aurrera de Vitoria, donde desarrolló una gran parte de su carrera profesional hasta retirarse. Entonces también comenzó a definir su vida personal, aunque Tudela nunca ha quedado en el olvido.

Buena muestra de ello es su condición de socio fundador de la Peña La Jota. Una efeméride que quiere recordar nombrando a antiguos camaradas de esa aventura peñistas que ya se han marchado.

"El día del homenaje espero ir llorado de casa. Lo voy a pasar mal porque me emociono mucho con estas cosas, aunque espero que Santa Ana me eche un capote", asegura Julián Vergara, quien reconoce estar "eufórico, más que contento"

Esos nombres son los de Miguel Ángel Garcés, Constancio Melero, David Calavia, Fernando de Miguel, Mariano Galindo, Fidel Díaz, Joaquín Vega y Lorenzo Lisón. "Ellos también son Tudelanos Ausentes este año", dice Vergara visiblemente emocionado al nombrarlos.

En la Sociedad Gastronómica de la que forma parte, la Elorri Beltza, también hace alarde de la "verdura tudelana". "También damos buena cuenta de ella cuando llevo algo para allá", explica.

Hijo de Carmelo y Nati, antiguo estudiante del colegio Anunciata y del San Francisco Javier, Vergara también reconoce que los amigos son extrañados en su día a día en Vitoria. Por eso, venir a fiestas se convierte en una terapia. "Es un oxígeno para todo el año", explica, al tiempo que muestra un colgante de Santa Ana que no se quita "ni para ducharse".

Vergara, gran aficionado a los encierros, que ha corrido a lo largo de muchos años, tiene dos hijos, Rubén e Íñigo. "El mayor me ha seguido los pasos, y he tenido el honor de correr un encierro de fiestas de Tudela con él. Es muy 'Vergara', porque a los Vergara todo lo relacionado con los toros y los encierros nos gusta", afirma.

"Espero ir llorado"

De cara al homenaje que le tributará la Peña El Brindis el día 24 a las 13 horas en los locales de su peña, Vergara no sabe si la emoción le podrá. "Espero ir llorado de casa", afirma con media sonrisa. "Lo pasaré mal porque me emociono mucho con estas cosas, aunque espero que Santa Ana me eche un capote", dice. Cuando se lo comunicaron, allá por mayo, pensó que era una broma. "No estoy contento, estoy eufórico, porque llevo la palabra Tudela en la boca", sentencia.

Mikel Arilla