Un gran número de personas de todas las edades se dieron cita este fin de semana en la popular hoguera de San Martín, celebrada en la zona de El Paretón donde en su día estuvo ubicada la ermita dedicada a este santo, y que desde hace bastantes años desapareció al quedar en ruinas. De todas las hogueras que a lo largo del año tienen lugar en la población, esta tiene una connotación gastronómica y es todo un “homenaje” al colesterol. Todas las cuadrillas, provistas de sus parrillas, preparan las mismas con todo tipo de carnes desde panceta, y chuletas, hasta chistorra, ajos, patatas, y albillos.
El encendido de la hoguera lo llevan a cabo los vecinos o descendientes de las calles próximas y en esta ocasión fue el turno de Alfonso Chivite Navascués con prácticamente sus 77 años viviendo en la calle La Diezma, y sobre las 19:30 horas dio inicio a la hoguera.
El cierzo que soplaba hizo que la hoguera prendiera rápidamente y a pesar del humo, la zona se llenó de personas dispuestas a disfrutar de este acto tan tradicional. La fiesta se prolongó hasta el final de la noche y en el transcurso de la misma el grupo de gaiteros de la localidad amenizaron la misma. Era ya la una de la madrugada y todavía había algunas personas alrededor del fuego.
