Opinión

Sánchez, ¿y ahora qué?

Tras la repetición de elecciones este año, poco ha cambiado a grandes rasgos, aunque sí ha habido grandes matices.

El Señor Sánchez apostó por unas nuevas elecciones con la idea de lograr una utópica mayoría absoluta. Y digo utópica porque parece que hay quien no se ha dado cuenta de que la España del 2019 ha dejado ser la España del bipartidismo de décadas anteriores. Las mayorías absolutas han pasado a los libros de historia, pero no a los periódicos de actualidad. Con un Parlamento tan segmentado se ha convertido en tarea imposible que un único partido pueda gobernar con mayoría absoluta. Pero ya no es solo eso, si ahora resulta imposible lograr mayoría absoluta un único partido, también lo está siendo lograr una mayoría absoluta por bloques. Por un lado tenemos al bloque de la izquierda (que hasta la fecha ha demostrado incapaz de llegar a un acuerdo) con 158 (PSOE+Podemos y confluencias+Más País); y por otro lado al bloque de la derecha con 152 (PP+VOX+Cs+Na+). Lo cierto es que el bloque de la izquierda tiene más posibilidades de sumar con otros grupos, aún así está muy lejos de llegar a los 176 necesarios. 

Por partidos, el PSOE, que soñaba con incrementar de manera sorprendente, la realidad le ha atizado quitándole 3 diputados y quedándose en 120. Así que de primeras, la jugada "maestra" de Sánchez no le ha servido como tal. Durante su aparición tras los resultados presumía de que habría desbloqueo, pero no parece que ese discurso sea mucho más alejado de las otras tres elecciones que ganó durante estos últimos 4 años. Y todos sabemos lo que sucedió entonces: hubo nuevas elecciones por su incapacidad de llegar a acuerdos con ningún partido.

A sus "teóricos" socios de gobierno tampoco les han venido muy bien estas elecciones. Y digo "teóricos" porque se suponía que por ideología, los socialistas están más cerca de Podemos que de la derecha, pero hoy en día no está muy claro en las aguas en las que se manejan desde Ferraz. Iglesias, lejos de hacer autocrítica, asumir que son las terceras elecciones consecutivas que pierde votos y que en estas últimas han perdido a 7 diputados (ahora tienen 26, sin contar las confluencias), se dedicó a lanzar dos dardos: uno a Sánchez y el otro a Errejón. Capítulo a parte para Errejón y su Más País. Si su intención era desbloquear esta situación, no se entiende que haya logrado únicamente 2 diputados (4 si se suman los 2 de las Mareas). Un detalle: si Podemos y Más País hubieran estado unidos habrían logrado 34.500 votos más que VOX y de esta manera han obtenido 14 diputados menos que Vox.

Las alegrías vienen especialmente en el PP y en VOX. Alegría agridulce porque el bloque de derechas no consigue ser mayoría. Pablo Casado, después de una buena campaña para los populares, ha logrado 22 diputados más que en abril y se sobrepone de su peor resultado electoral. En esta ocasión ha logrado 88 escaños. Pese a la importante mejoría, no se puede obviar que a día de hoy están todavía 32 escaños por debajo del PSOE.

Y la gran sorpresa viene de VOX. El partido ultraderecha se duplica y aparece por toda España logrando ser la tercera fuerza del país con 52 escaños. Con una campaña enarbolando la unidad de España y poniendo el foco únicamente en Cataluña, ha logrado embaucar a 3.640.063 personas. Resulta bastante llamativo el hecho de que la mayoría de estos votos provienen del sur de España, frente a los del norte. De Castilla y León para abajo, salvo el caso de Aragón, Vox obtiene entre el 16,7% y el 35,3 de Ceuta; mientras que en el norte encontramos el lado opuesto, desde el 2,4 de Euskadi o el 5,6% de Navarra, en ambas comunidades no han logrado representación; hasta el 15% de Cantabria o el 15,9% de Asturias.

Y si tanto ha subido Vox es especialmente por la debacle del partido que se postulaba de centro: Ciudadanos. Los de Rivera se han llevado un batacazo monumental, como consecuencia, entre otras cosas, de su paupérrima campaña únicamente centrada en Cataluña. Los datos son inquietantes para el partido naranja, han perdido 47 diputados y han pasado a ser la séptima fuerza del Congreso de los Diputados, por debajo incluso de su "amigo" Junqueras, ya que Esquerra Republicana de Cataluña ha logrado 3 diputados más, 13. Tras la renuncia esta mañana de Rivera a la presidencia del partido, se abre una nueva etapa para Ciudadanos, que apunta a convertirse en el nuevo UPyD. Y ya sabemos cómo ha acabado la señora Rosa Díez. 

¿Habrá futuro?

Con el nuevo mapa político se mantienen prácticamente las mismas opciones que en la anterior legislatura. Únicamente el PSOE tiene la fuerza para poder gobernar, aunque su líder haya demostrado incapacidad para ello. Por lo menos de llegar a acuerdos con otros partidos.

Así pues, vislumbro tres opciones. Por un lado, que en esta ocasión sí que llegue a un acuerdo con Podemos y el resto de partidos de izquierdas. Por otro lado, que el PP se abstenga y permita al PSOE que tenga un gobierno muy débil. Y la última opción, la que ha demostrado gustarle más al líder socialista: unas terceras elecciones. Ahora mismo no sabría decir cuál es la opción más posible, aunque todo cambiaría si el PSOE prescindiera de Sánchez en el trono y colocase a otra persona. 

Para terminar me gustaría hacer una petición: si se vuelven a repetir unas elecciones, que ninguno de los cabezas de lista de los partidos pudieran repetir candidatura, a ver si así aprenden a negociar acuerdos. Si ellos no cambian, ¿por qué tenemos que hacerlo los votantes?