Tudela

Ratas bajo control en el Casco Antiguo

7-Edificio-deshabitado-con-ratas-en-Tudela-1141-1024x682.jpg

Ni las ratas ni la burocracia suelen ser plato de buen gusto para cualquier ciudadano. Lo cierto es que, por muy ‘marxiano’ que se precie, en este caso concreto, ambas se han aliado. Después de que la semana pasada saltasen algunas pequeñas alarmas por la presencia de roedores en algunas calles céntricas del Casco Antiguo de Tudela, la empresa grupo Rubio ya se ha puesto manos a la obra para ‘deshabitar’ uno de los focos más agudos de esta presencia: un edificio deshabitado y declarado en ruina desde 2007 en el nº 1 de la calle Horno del Pasaje.

El estado del inmueble ha sido una de las causas de que no se haya podido actuar en él desde hace tantos años, pese a los intentos del Ayuntamiento de contactar con la propiedad a lo largo de casi una década para notificar la necesidad de derrumbe. Ahora, las ratas, que han proliferado probablemente desde las riberas del Mediavilla y el Queiles por las canalizaciones y el subsuelo de la ciudad tras muchos meses calurosos, han encontrado allí un hábitat donde poder alimentarse, reproducirse y dejarse ver por la vía pública, para desagrado de los vecinos.

Grupo Rubio, empresa adjudicataria de los trabajos de limpieza y también de la desratización en Tudela, ha puesto en marcha un sistema mediante el que introducirán unas ‘brochetas’ con veneno desde el exterior del edificio con las que atraer a los roedores. Cada dos días, revisarán la evolución de las trampas y su efectividad.

Iñaki Rubio, miembro de la empresa Grupo Rubio, y Daniel López, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento, matizaron además que ese es el foco “que más ha llamado la atención”, aunque “existen otros, pero no deja de ser algo normal”. Rubio, además, garantizó que el soterrado se encuentra pertinentemente controlado y los métodos de desratización funcionan, por lo que la población no debe alarmarse. “Este ha sido un caso concreto en una propiedad privada y con características extraordinarias en la que no podemos entrar porque sí”, recalcó López. Esta actuación concreta supondrá un coste de unos 260 euros para el consistorio.

Las contratas caducadas

De toda la vorágine originada con la presencia de ratas en las calles subyace una cuestión aún más grave desde el punto de vista administrativo. Olga Risueño, actual concejal responsable del área de Servicios Contratados, quiso hacer público, “sin ánimo de abusar de términos como las herencias recibidas de anteriores gestores”, que una gran cantidad de contratas están caducadas, algo que el actual alcalde Eneko Larrarte (I-E) ya denunció en la campaña electoral.

En concreto, la de desratización lleva caducada desde 2012, según aclaró Risueño, aunque se encuentra actualmente en una prórroga. “Afortunadamente, Grupo Rubio ha seguido trabajando pese a esta situación”, señalaron tanto Risueño como López.

Previsión de sacar nuevos pliegos

La situación de caducidad de algunas contratas se va a convertir, según Olga Risueño, en una prioridad del nuevo equipo de gobierno. “Para antes de final de año, queremos sacar los nuevos pliegos de algunos servicios contratados que consideramos muy importantes y que están caducados ahora mismo”, señaló la edil de I-E. Alumbrado, limpieza y  mantenimiento de jardines son algunas de las que van a actualizarse con premura desde el consistorio. “Haremos lo que podamos, porque está el tema del presupuesto de 2015, que se encuentra prácticamente agotado, y vamos a tener que hacer malabares con esas limitaciones. Haremos lo que se pueda pero son áreas prioritarias para la ciudad”, añadió Risueño.

El Ayuntamiento también ha encargado una valoración del estado de la ciudad, con vistas de conocer los posibles costes de una limpieza general y exhaustiva.