Esfuerzo de los padres
Navarra andando. Ese es el significado de Nafarroa Oinez. Andando a lo largo de todos los kilómetros recorridos desde hace ya 32 años, cuando se celebró la primera edición de un evento que ha crecido hasta consolidarse como la fiesta referente del euskera en la Comunidad Foral.
El Oinez surgió como vehículo reivindicativo en favor del euskera en Navarra. Las ikastolas (centros de educación con euskera como lengua vehicular) son concertadas y privadas, por lo que no gozan del mismo sistema de financiación que los centros públicos por parte de la administración foral. Para poder conseguir un apoyo económico y social que permitiese mantener viva la llama del euskera en el sistema educativo, las ikastolas navarras idearon el Nafarroa Oinez. Una jornada de carácter lúdico y cultural, abierta a todo el mundo, que ayuda a conseguir fondos para estos centros.
La primera edición se celebró en Alsasua, en 1981. La fiesta está inspirada en otros eventos celebrados en provincias vecinas, especialmente el 'Kilometroak', un equivalente del Oinez en Guipúzcoa.
Las ikastolas, como centros de iniciativa social, no cuentan con el mismo estatus a ojos de la administración, lo que hace que sean los propios padres quienes corran a cargo de los gastos que supone educar a sus hijos en estos centros. Un esfuerzo prolongado y que, a lo largo de las décadas, ha mantenido a las ikastolas al límite del precipicio económico. La solidaridad es, en este caso, un elemento clave en la Confederación de Ikastolas, el organismo aglutinador de todos los centros.
En 2006 llegó un pequeño soplo de aire fresco. Las ikastolas de la zona no vascófona dejaron de funcionar en términos 'alegales' y fueron reconocidas por el ejecutivo foral. Aún así, todavía hoy se mantiene el sistema de gestión cooperativo y, pese a las subvenciones, la mayoría de los gastos siguen estando en manos de las familias. Todo un ejemplo de determinación por preservar un elemento cultural tan importante en Navarra como es el euskera y normalizarlo en lo que a oferta educativa se refiere.
Así pues, el objetivo del Nafarroa Oinez es sufragar gastos y conseguir fondos por una educación en euskera que, sin ese apoyo extra, correría serio peligro. Pero, por encima de todo eso, se trata de una fiesta, en la que nadie está excluido de participar y a través de la que es posible conocer un poco mejor la encomiable labor social de las ikastolas y de todo su entorno. Desde profesores hasta padres y alumnos.
Ésta será la tercera vez que el Nafarroa Oinez pase el testigo organizador a Argia Ikastola de Tudela. Las anteriores ediciones se celebraron en 1995 y 2002. Para 2013, el centro ribero ha escogido la Ciudad Agroalimentaria como escenario para el evento, buscando una mayor comodidad para las decenas de miles de visitantes que se acercarán desde diferentes puntos de Navarra y Euskadi este domingo 20 de octubre.
Argia Ikastola afronta su tercera experiencia con el Oinez y, sin ninguna duda, la más importante. La continuidad del centro dependerá mucho del éxito de esta edición, después de que se haya tenido que acometer una inversión para instalaciones deportivas, exigencia del Gobierno de Navarra, casi exclusivamente a través de las donaciones de los padres.
Quizás por eso, Argia Ikastola ha recurrido al corazón en la frase representativa de esta edición. Bajo el lema 'Taupadaz bat egin!' (Unidos a por los latidos), el Nafarroa Oinez conserva intacta su huella y, kilómetro a kilómetro, continúa andando.
