Opinión

¿Público o privado? ¡No! Sólo eficiente

Vista la polémica suscitada acerca de cómo, por cuánto y quién debería prestar los servicios sanitarios a los trabajadores de la Universidad de Navarra, -Osasunbidea o la propia CUN, la Clínica Universitaria de Navarra-, uno descubre que ¡todo es política en esta tierra nuestra! Y nada queda libre del pecado de no saber negociar ni pactar con los demás, acongojado por los prejuicios preexistentes, y sin hacer ni números, ni planificación de las necesidades reales de uno.

Si pretenden ‘ahorrar’ cargando las ya pesadas andas de un Servicio Navarro de Salud que adolece de buena gestión, productividad, mejora de procesos y, en gran medida, de recursos, agigantando las ya inaceptables listas de espera, asumiendo que el Hospital Reina Sofía sea sólo un gran ‘ambulatorio’, frenando el desarrollo y la colaboración, encareciendo el servicio por prejuicios, como se está haciendo, mal vamos.

Los enfermos, lo que demandan, es atención, no dogma. Y si la “equidad” pasa por el “privilegio” de igualar a todos por debajo, reduciendo el nivel de las prestaciones por el qué dirán y los caprichos sindicales y políticos, en lugar de una sanidad pública admirable y admirada por todo el mundo -como estaba-, transformaremos el servicio en una amalgama de procesos, alejados de la prevención y un buen seguimiento, en el que la gestión y las formas serán más inportantes que el deber prestado. Y eso no es cuestión de si es ‘público’ o ‘privado’, sino de eficiencia y responsabilidad.