Los imprevistos se llaman así justamente porque vienen de golpe, una situación inesperada que se presenta y en la que se necesita un tiempo de reacción rápido, sobre todo cuando hablamos de temas económicos. En algunos casos, no se dispone del importe necesario para arreglar el coche, cambiar la lavadora o cualquier otro asunto y se recurre a un microcrédito por primera vez, pero se necesita conocer muy bien la oferta existente y en algunas web como Credy24 orientan sobre qué tipo de microcréditos puede adaptarse a cada situación.
Internet ha abierto las puertas, también, al mundo de las finanzas. Ya no sólo se puede hablar de banca online, sino de otros mecanismos financieros que han decidido apostar por la creación de una plataforma en la red para desarrollar su negocio e ir a un sector de la población que no tenía sus necesidades cubiertas, ya que los bancos tradicionales no conceden préstamos de poca cantidad. Esto, unido al período de crisis e inestabilidad en muchas familias, ha hecho que, rápidamente, hayan crecido las marcas que ofrecen microcréditos.
Pero no sólo economías domésticas, también autónomos y emprendedores utilizan este tipo de servicios que les ayuda a complementar sus inversiones o a compensar gastos inesperados, como el cambio de ordenador o impresora, por poner un ejemplo.
Existen multitud de formas para obtener la cantidad de dinero que se necesita: préstamos, microcréditos, minicréditos, préstamos personales…Las diferencias, los matices, pero éstos cambian las condiciones y pueden determinar que se haya tomado la decisión errónea para el tipo de necesidad y contexto a cubrir.
Por ello, es recomendable contar con toda la información sobre las posibilidades que cada una de las modalidades ofrece, en cuanto a aspectos relevantes como la cantidad, las comisiones, los plazos de devolución o la necesidad de avales.
Cuando se trata de microcréditos, su propia palabra lo señala, son pequeñas cantidades que la mayor parte de las plataformas del mercado elevan desde 50€ hasta los 500€ o más y sus comisiones, generalmente, son más elevadas que las de un crédito tradicional ya que, se entiende, asumen mayores riesgos.
Internet se ha convertido en la nueva oficina, con sus ventajas y con sus desventajas. Estas últimas tienen que ver con la incertidumbre de realizar las operaciones en una plataforma que no se conoce y con la que nunca se ha trabajado. Por ello, es importante contar con un asesoramiento con intermediarios o comparadores, para evitar tomar decisiones fraudulentas.
Las ventajas son muchas más. Agilidad en los trámites, la posibilidad de poder solicitar el préstamo sin necesidad de moverse para cumplimentar los formularios o saber si ha sido concedido, y, sobre todo, que muchas plataformas dan la posibilidad de obtener el dinero casi en tiempo real, teniendo automatizado el proceso.
Acceder a un comparador que, previamente, ha seleccionado cada una de las características y diferencias de las diversas financieras online, hace al usuario ahorrar tiempo – sobre todo cuando éste es el motivo porque el deciden pedir un microcrédito rápido – y, también, dinero, al tener claras las condiciones económicas desde un principio.
