Una centella impar de inteligencia
Produce en quien la capta un fogonazo;
Mas, si esta es de bondad, lleva del brazo
Otro, su inmarchitable quintaesencia.
Quien suele proceder con diligencia
Podrá o no padecer un martillazo.
Prefiero agradecer como un pelmazo
A ser nada por tres, ingrata ausencia.
Si pronto comprendí que, ante un soneto
(Así lo colegí cuando era un niño),
O pone uno su ahínco o nada obtiene,
Ayer este urdidor, otro Gepeto,
Al fin, fue sabedor de que el cariño
Halló en su otro Pinocho al que no tiene.