El desacuerdo en los precios entre industria y productores podría derivar en que el consumidor se quede “sin una gran parte de tomate del Valle del Ebro si no cambian las cosas”, señalaba Luis Miguel Serrano, representante de frutas y hortalizas de la UAGN.
Plazos
La pelota está ahora en el tejado del sector industrial, después de que los productores ratificaran la pasada semana los precios marcados ya el pasado mes de febrero. Los agricultores volvieron a determinar los 84 euros por tonelada en tomate concentrado en bañera en origen y 108 en tomate pelado, como cifras mínimas para firmar contratos. “Esperemos que la industria acepte esto finalmente porque si no la gente está dispuesta a no poner tomate”, afirmaba Serrano.
El próximo 31 de marzo finaliza el plazo para la firma de contratos con la industria transformadora. “Ellos dijeron que no podían asumir esos precios, pero nosotros no podemos bajarlos más a causa del incremento de los costes. Aquí ha subido todo mucho, tanto gasóleo, abonados, plásticos... Y si no mantenemos esos precios no hay garantía de la rentabilidad del cultivo”, destacaba Serrano.
La primera plantación debería comenzar en el mes de abril y para ello “ya tendría que estar sembrado en el invernadero, pero esa no sé si habrá alguien que la ponga sin llegar antes a un acuerdo”, añadía Serrano. Y es que “entre el 95 y el 98% del tomate navarro -indicaba Serrano- estaba representado en esa reunión de mano de los portavoces de las organizaciones de productores, y todos tenían la misma postura”.
