Tudela

El pasado y el presente de la alcaldía: Luis Casado

“Ahora tiene que ser así, esperaremos las del 2021”, dice quien fuera alcalde de Tudela entre el 2003 y el 2015.

Luis Casado
photo_camera Luis Casado

Luis Casado fue el alcalde de Tudela durante tres legislaturas seguidas por UPN, del 2003 al 2015. Esta pandemia le ha llegado de sorpresa, como a todos, y ha aprovechado para leer y para actualizarse en el mundo informático. “Me ha pillado mal, como a todos. Esa falta de libertad, el no poder hacer lo que quieras... salíamos a hacer la compra una vez cada dos o tres semanas y era una liberación. Se hace duro y eso que yo no me puedo quejar con respecto a otras personas que tienen hijos pequeños y espacios más reducidos y cerrados”, reconoce. 

Durante los 12 años que estuvo como alcalde recuerda el fallecimiento de un joven y tres niños como el más duro. “Era el 23 de agosto. Estaba cenando en el Remigio y me llamaron por teléfono porque había ocurrido un accidente de coche en el Canal de la Mejana. Una persona que había pasado por allí había oído gritos. Fuimos para allí y cuando sacaron el coche hacia las 3 de la mañana comprobamos que eran todo críos. Fue tremendo, fue muy duro, se te caía el alma a los pies”. En el accidente fallecieron por ahogamiento tres menores de entre 10 y 13 años y el conductor de 22 años. 

Respecto a las fiestas de Tudela que no se van a celebrar este año reconoce que va a echar de menos todo. “Lo que más, posiblemente será el cohete el día 24. Un día muy bonito de fiestas y con mucho colorido. También el Día de Santa Ana. No poder acompañar a Santa Ana por las calles va a ser triste. Así que creo que esos dos son los actos que más rabia me va a dar no poder celebrar porque son los más esperados por la mayoría de la gente”, dice. 

“Ahora tiene que ser así, así que esperaremos a las del 2021. Al final tenemos muchos años para celebrar las fiestas y ahora mismo lo más importante es la salud, confiemos en que no llegue otro COVID en el futuro”, expresa Casado. Tampoco teme que las podamos coger con excesivas ganas porque “cuando dejé de ser alcalde tenía muchas ganas de vivirlas, porque se viven de otra forma de alcalde como sin serlo, y se disfrutan mucho, pero sin excesos”.